El convento de Vaylats, Francia, siempre dinámico, está bien «puertas y ventanas abiertas sobre el mundo», especialmente el mundo rural. Hermana Christiane, y el Señor Brochard, Director de la Asociación Jean Liauzu, nos cuentan.

 

 

«En la comunidad, hay Hermanas que envejecen, pero se vive una gran fraternidad. Por ejemplo, cuando una Hermana ya no puede moverse de su habitación, las demás se turnan para pasar tiempo con ella. Hay una Hermana que hace la lectura para aquellas que ya no pueden leer.

Hay algunas que rezan el rosario con las Hermanas que permanecen en su habitación. Se adaptan a las discapacidades de cada una, y se vive algo.

 

Vitalidad

 

Tratamos de mantener una vitalidad encontrándonos en las actividades espirituales. Las animaciones como la relajación, la lectura, los juegos de sociedad,  se ofrecen para la comunidad religiosa y las personas mayores.”

Hermana Christiane

 

 

«Podemos contemplarlo en cada uno de nuestros hermanos». (Regla de la vida n° 29), eso es lo que viven nuestras hermanas en Vaylats.

 

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Nuevos colaboradores

 

«Este invierno, casi no hay actividades porque todavía estamos bajo el efecto covid.

Las medidas se están levantando y se recuperará normalmente en febrero.

Hay colaboraciones que se están organizando con el mundo rural, de las cuales dos con la Mutualidad Social Agrícola y Seguro Groupama, la mutualidad de los agricultores. Los agricultores de la Cámara de Agricultura también brindarán días de permanencia para la Política Agrícola Común a todos los Estados miembros de la Unión Europea. Estas entidades vienen por los Consejos de Administración y las reuniones y es una colaboración que va bien en el espíritu del convento.

 

 

También hay colaboraciones con los servicios de la Iglesia: las Comunidades de Vida Cristiana (CVX), Coteaux Païs, el Centro Espiritual Jesuita del Suroeste Vaylats. Rescate católico que vemos más a menudo, y muchos otros más.

A nivel de las personas mayores que acogemos, va aumentando un poco».

Señor BROCHARD

 

 

Vaylats, ¡dinamismo y vida de sobra!

 

 

Propuesto por Hna. Agnès Miquel HJ,

Pontivy, Francia