Un detalle que llena el corazón de alegría

En Bignan, encantador pueblito de Bretaña (Francia), un vínculo de vecindario se creó por unos niños y un gato, con la comunidad de las Hijas de Jesús.

Somos una comunidad de ocho hermanas, entre 70 y 91 años. Vivimos en Bignan, Orígenes, aldea de campo de Bretaña, muy querida por las Hijas de Jesús, pues es el lugar de fundación de la Congregación.

 

¡Qué detalle!

El Domingo 5 de Abril por la mañana, descubrimos en el buzón un correo muy especial. En un sobre ilustrado con corazoncitos, una hoja de dibujos de niño poniendo en escena un gatito, con la firma de Juana y Lucía y otra página en la que se lee: “Pensamos mucho en ustedes”.

La evocación del gatito nos hace pensar en la familia que vive en un apartamento, en el primer piso frente a nuestra casa. Hemos notado efectivamente que, en el borde de la ventana, un gatito se calienta al sol durante todo el día, de vez en cuando lo llamamos pero no conocemos los dueños que acaban de llegar.

 

Relaciones que perduran

Este correo nos sorprende y nos emociona por la delicadeza que manifiesta para con nosotras. Por lo tanto lo más discretamente posible, tomando en cuenta el confinamiento, fuimos en agradecimiento, a llevar un arreglo de tulipanes. Era una oportunidad para ver a la joven mamá que no habíamos visto hasta este momento.

Desde ese día, conversaciones se tienen de ventana a ventana, de cada lado de la calle. Últimamente, con la mamá, Juana y Lucía vinieron a dejarnos ¡una cajita de chocolates!… Nuestra respuesta será un ramo de rosas y una invitación para una merienda pronto.

 

¿Por qué este hecho nos ha tocado?

  • Nos hace descubrir que los niños son cercanos a las personas mayores.
  • Nos ayuda a estar más atentas a nuestro entorno.
  • La atención al gatito nos conduce a la atención a toda la familia.
  • A pesar del confinamiento, hemos encontrado medios muy sencillos para comunicar.

 

La recepción del correo, de manera muy discreta, suscita en nosotras la atención a los signos muy sencillos y llama a una relación de vecindario que no existía todavía.

Es toda la comunidad que está concernida.

Nuestra oración comunitaria se amplió a estos vecinos que tenemos prisa de conocer mejor todavía.

 

La comunidad de las Hijas de Jesús, Bignan, Francia

1 Comentario

  1. Me gusta el lenguaje comun del confinamiento…No se en medio de lo atroz este se me presenta como comunión, interconexion evidente, somos afectadas por lo mismo…Siempre pero ahora se deja ver más. Cua´nto valoro el gesto «pequeño» de los niños, gestos que acercan generaciones, familias, gestos «pequeños» que logran gran impacto!

    Gracias Hna de la casa madre!

    Responder

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