Es une magnífica realización que nos relatan las Hermanas de la comunidad de Tonneins (Francia): una vecina de la comunidad, sensibilizada al lugar de las mujeres en la sociedad y la Iglesia, encontró a las Hermanas demasiado “invisibles” y decidió moverse y hacer que se muevan las ideas y las actitudes. ¿Por qué no organizar un coloquio sobre ese asunto?
Lo que parecía un objetivo utópico se realizó, evidentemente de una manera humilde, ¡en nuestra parroquia! Unos encuentros entre laicos y religiosas, incluso inter-congregación, prepararon esa jornada de reflexión y de intercambios intensos. Uno de nuestros asociados relata lo siguiente:
- la conferencia en tres etapas fue dada por Hna Marie Luce (marianista de nuestra diócesis y puso en orden muchas ideas recibidas sobre la creación querida por Dios: “Varón y mujer los creó”; “Hagamos el Adán”, hombres y mujeres en complementariedad, distintos en la alteridad para vivir en la alianza;
- en seguida, ¡el lugar de la mujer en la Iglesia! El clero domina y el pueblo recibe su enseñanza. No hay sin embargo que desconocer la acción de los Papas anteriores en cuanto a la promoción de la mujer en la Iglesia.
En los siglos XX y XXI, las mujeres teólogas son siempre más numerosas y están presentes también en la curia romana, en las comisiones bíblicas, etc. En la ONU y el OSCE también hay mujeres. La embajadora de Francia cerca de la Santa Sede desde poco es una mujer.
En todas partes, hay movimiento, en Alemania también, para que la mujer tenga todo su lugar, solamente su lugar, su justo lugar.
Hubo después numerosos testimonios, todos muy cautivadores:
- – primero, los de dos Hijas de Jesús de vuelta de Honduras que nos hablaron de las condiciones de vida de las mujeres y de las jóvenes, muy difíciles allá. Con tres botones de rosas en tres etapas diferentes de su crecimiento, Hna Jeanine intentó darnos a entender la realidad, el acompañamiento y la posible evolución de las que pueden ser ayudadas. Ella subrayó ¡como apreciaba allá el apoyo de los jesuitas! Hna Liliane nos hizo tomar conciencia de cómo la medicina tradicional era útil en esos países y nos habló de su colaboración con un investigador. Ambas Hermanas, de vuelta a Francia, se siguen comprometiendo con los más marginados;
escuchamos también :
- a una mujer agricultora del departamento, muy comprometida en el ambiente rural, que redactó dos libros muy interesantes con otras mujeres del mismo ambiente;
- a una pintora que, por su arte, camina hacia la fe;
- a la capellana del CCFD, una mujer que a veces siente algunos “crujidos”.
(Nuestro obispo da su confianza a las mujeres para asumir responsabilidades diocesanas y dos integran el Consejo episcopal desde varios años.)
- Por fin escuchamos el testimonio de un varón y de una mujer que asumieron el servicio de los funerales en la parroquia, que sea en la iglesia o en el crematorio.
Eramos unos 50, pocos si se ve el trabajo de preparación, pero los testimonios fueron bastante unánimes y positivos en su conjunto. Obviamente, las mentalidades no evolucionan de un día por otro. Es una primera etapa, un balance va a seguir y tal vez habrá un seguimiento…
La jornada se terminó con una misa a la que se había invitado a la gente alrededor.
El estribillo se encontró fácilmente:
Que tus obras son hermosas… El hombre es la imagen de Dios, (¡la mujer es la imagen de Dios!)
La comunidad de Tonneins (Lot et Garonne)
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