Denise,
Asociada hace unos años,
nos comparte su experiencia.
“Desde mi infancia, he conocido a las Hijas de Jesús. Hice todos mis estudios en sus escuelas, colegios, y líceos.
Mi familia tenía en gran consideración a las hermanas de Kermaría. De profunda fe en Dios, éramos conscientes de que el Maestro era Dios y no el señor del castillo, dueño de numerosas granjas, inclusive la nuestra.
Admiro a esta Congregación que empezó tan sencillamente gracias a una joven bretona, pobre y de poco estudio. En eso, se descubre la obra de Dios. Soy una de las felices beneficiarias puesto que las hermanas tenían la responsabilidad de la escuela de Guilligomarc’h (Francia), donde he aprendído a leer, escribir y calcular…
Hoy, miembro del grupo de los Asociados, prosigo el camino empezado en mi infancia. Estoy orgullosa de ser participante de esta bella obra, de tener lazos de amistad con las hermanas de la comunidad y dos laicas, asociadas también. Una mutua amistad nos une y fortalece nuestra vida cotidiana como también los momentos de encuentro. Vivimos una buena cercanía entre las asociadas, sea de Châteaulin, Quimper o Plonéour-Lanvern.”
Denise Pensec (Associada del grupo de Châteaulin)
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