Hace unos meses, acogimos en la comunidad de Royal Court en Riverview, Canadá, a una nueva compañera Hijas de Jesús en la persona de la Hermana Jeannine LeClerc.  Le preguntamos cómo estaba viviendo este gran cambio en su vida.

 

Hay que decir que la Hermana Jeannine estaba muy activa en la comunidad de Dalhousie y sus alrededores desde veinte años.  Y la gente la apreciaba mucho por su dedicación, su presencia especialmente a los ancianos y también en diferentes ámbitos de la vida parroquial.

 

Una despedida desgarradora

 Desde el comienzo de la pandemia hace dos años, Jeannine ya no podía visitar en los hogares a los ancianos y, nos dice ella,  que esto fue el elemento detonante de su decisión de unirse a la comunidad de Royal Court en Riverview.  Fue con un pellizco en su corazón que dejó a todas esas personas para las que se había convertido en la hermana mayor.

 

“Me siento como en mi casa»

Tan pronto como llegó a Riverview,   ella se sintió acogida por todas las Hermanas, pero también por los residentes (as) de la casa.  Y qué decir de su pequeña «casa», su apartamento en el 2º piso: «es hermoso, es tranquilo, es silencioso: me siento como en mi casa».  Ella disfruta todo el tiempo cuando puede orar, leer, caminar afuera, participar en las actividades de la casa.

 

 

Ella no tiene que preocuparse por las comidas, las tareas domésticas y todo lo que ha sido su responsabilidad a lo largo de su vida religiosa como cocinera.   La semana de actividades organizadas en torno a los Juegos Olímpicos le permitió encontrarse más de cerca con varios residentes  lo que apreció mucho.  

 

Seguir viviendo nuestro carisma

 Ella espera con impaciencia el momento en que pueda visitar libremente nuestras Hermanas de Canterbury Hall y de Monarch Hall.  Al verla vivir aquí, es fácil decir que Jeannine se adaptó muy rápidamente a este nuevo estilo de vida. 

 

 

Por lo tanto, se puede decir que, debido a la pandemia, decidió dar el paso de unirse a nosotras para seguir viviendo nuestro carisma. . «Donde somos enviadas, vivimos cerca de la gente, con toda sencillez, enraizadas en un pueblo.» (Artículo #15, Regla de Vida). Este es un punto positivo de este virus.

 

Jacqueline Desroches, hj

Riverview, Canadá