“La llevaré al desierto y le hablaré al corazón” Os. 2, 14

El 11 de Octubre, en la casa de las Hermanas Terciarias Capuchinas, Bogotá Colombia, los asociados y asociadas al carisma Hijas de Jesús, vivieron el retiro espiritual del año.

Muchos dejaron sus compromisos, organizaron sus agendas de manera especial con tal de vivir este día. “…El Reino de Dios se parece a un hombre que descubre el tesoro, y lleno de alegría va, vende todo lo que tiene para comprar aquel campo! Mt 13, 44

Lo que más valoraron fue el espacio privilegiado de silencio agradable, que les llevó a encontrarse con la mirada amorosa de Dios, que siempre está en su día a día. Sus rostros quedaron traspasados por el amor, salieron muy contentos de esos diálogos profundos con Dios.

Bajo esta mirada, revisaron su vida con confianza y fe, han expresado mucha gratitud por las invitaciones y llamados descubiertos.

Algunas expresiones en la evaluación:

• Lo más precioso de hoy fu el sentirme escuchado
• Siento el llamado de escuchar respetuosamente a las personas que pasan por dificultades, así como yo fui escuchado, quiero escuchar.
• Era importante revisar mi vida, darme cuenta y agradecer todo lo que Dios hace en mí día a día
• Expresé y me sentí liberado, me sentí como en confesión, sin ser juzgado.
• Gratitud inmensa por este espacio de silencio en el que poco a poco me fui distensionando.
• Gracias a cada Hija de Jesús por su escucha, su tiempo y dedicación. Admiro a todas por esa alegria que reflejan.

Como acompañantes sentimos una inmensa gratitud al grupo por lo que viven en su seguimiento fiel al Dios de la vida. Nos surge un gracias enorme a Dios por habernos llamado juntos, a vivir este carisma de Hijas de Jesús. ¡Una comunidad de creyentes, que se dejan enamorar y transformar por la Palabra de Dios, es esperanza para el mundo de hoy!

Terminamos la jornada con un gran contento, que nos lleva a amar, a la manera de Jesús.