Michel, nuevo diácono de la Iglesia de Vannes

El domingo 21 de octubre del 2018,

Michel BOSCHER,

asociado a las Hijas de Jesús,

fue ordenado diácono

por Monseñor Raymond CENTENE,

obispo de Vannes (Morbihan).

 

Colette: Buenos días, Michel, ¿Quién eres tú?

Michel: Nací el 20 de noviembre y me bautizaron el 24 de diciembre del 1967 en la ciudad de Lorient (Morbihan). Soy el mayor de una familia de 4 hijos, de un ambiente obrero, donde los valores de solidaridad, de fraternidad, de amistad, de servicio y de coraje fueron presentes en los momentos de alegría como de sufrimiento. En 1997 me casé con Marina y tenemos tres hijos, Matthieu, Thomas y Anne.

Desde 1993, trabajo en la Casa San José en Quimperlé. Es un establecimiento de convalecencia y readaptación creado en 1965 por las Hijas de Jesús de Kermaria. En 2004 el consejo de la asociación que administra la casa me nombró director de ese establecimiento.

 

Colette: ¿Puedes hablarnos de tu caminar en la fe?

Michel: Mi bisabuelo nació en Trégunc (Finistère) y fue para mí el primer testigo en la fe. Esa fe también fue nutrida por mis compromisos:

  • Acompañamiento de un grupo de Juventud Obrera Cristiana (JOC) en la parroquia Sainte Bernadette en Lorient. Me encontré allí con unas Hermanas de la congregación de las Hijas de Jesús : Hermanas Clémentine Glaz y Marie-Annick Morice;
  • Asociado, con mi esposa Marina, a la congregación de las Hijas de Jesús en el grupo Hennebont-Le Bouëtiez desde julio del 2000;
  • En el mundo de las asociaciones solidarias;
  • En mi parroquia Sainte-Thérèse en el barrio de Keryado (Lorient).

Por supuesto, los distintos encuentros, a lo largo de la preparación al diaconado permanente fueron un tiempo privilegiado en ese caminar de fe.

 

Colette: Hablas del “diaconado permanente”. ¿Lo habías pensado?

Michel: No, en absoluto. La historia empieza con un llamado telefónico en el principio del año 2015. Michel AUDRAN, sacerdote en nuestra parroquia, deseaba encontrarse con Marina y conmigo, para que reflexionemos en conjunto a la posibilidad del diaconado. Algunas semanas más tarde, hemos empezado un período de discernimiento.

 

Colette: ¿Nos puede decir en qué consiste ese período?

Michel: Hemos participado de tres encuentros con dos otros matrimonios y unos acompañantes diocesanos. Nos presentaron la historia del diaconado a través de los siglos y las misiones de los diáconos permanentes en la Iglesia de hoy.

 

Colette: Después de eso, ¿aceptaste de seguir la formación?

Michel: Marina y yo hemos empezado la formación de tres años en septiembre del 2015. Nos encontrábamos durante un día domingo cada dos meses con un tema diferente cada vez: los sacramentos, el papel del diácono en el anuncio de la Palabra de Dios, el estudio de unos textos de Pablo VI y Benedicto XVI… A partir del mes de diciembre del 2016 se constituyó un equipo de acompañamiento de unas 15 personas de distintos horizontes para caminar con nosotros y ayudarnos a profundizar nuestra reflexión. Además, tus preguntas, Colette, nos ayudaron mucho.

 

Colette: Y después de tres años…

Michel: Después de pensarlo con Marina y nuestros hijos, escribí a Monseñor Centène para decirle que me tenía dispuesto a un llamado al diaconado para el servicio de la Caridad, de la Oración y de la Palabra.

El llamado oficial me llegó el 10 de junio y fue seguido de la ordenación diaconal el domingo 21 de octubre del 2018. Al final de una celebración llena de emociones, de solemnidad y de alegría, recibí las siguientes misiones:

ser partícipe de la reflexión que empezó en la diócesis sobre los establecimientos sociales y médico-sociales de inspiración cristiana;

– participar de la vida parroquial por medio del ejercicio del ministerio diaconal, en la parroquia Sainte-Thérèse en Lorient.

Para cumplir con esas misiones, una palabra de Madre María de San Carlos me va a acompañar:

“Confianza, Animo y Amor en cualquier lugar donde pasen…”

Una nueva etapa de mi vida personal, de nuestra vida como matrimonio y como familia empieza ahora, pero como lo dije en las palabras de agradecimiento que leí al final de la celebración dirigidas a Marina y a mis hijos:

“Un papá diácono

es antes que todo

un papá.”

 

Quiero agradecer muy sinceramente a todas las personas, familia y amigos, Hermanas y asociados, feligreses que nos acompañaron y apoyaron por su presencia, sus mensajes y sus oraciones.

Colette, Marina, Michel, 07.11.2018

(Recogido por Colette LE CHAIX, asociada)

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