Es animada por este deseo que la Comunidad del Noviciado de Pavillons Sous-Bois (París-Francia) aprovechó su terreno verde para mantener este entorno y decidió compartirnos algunas iniciativas y logros.

 

Nuestros descubrimientos

 

Escondidas bajo las hojas de los pequeños arbustos que las protegen, flores de todo tipo y rosas para podar nos esperan

Una higuera, un avellano, una laurel-salsa nos alegran y nos «deleitan». Pero el que más nos consiente es el manzano. Parece frágil, porque se dobla bajo su carga de hermosas manzanas verdes, muy tentadoras.

 

Nuestros logros

 

Estando solamente dos durante el mes de agosto, comenzamos poniendo este producto abundante en mermelada, en fruta para comer y luego en reserva para el invierno. ¡En cuanto al resto!…. en la descarga de residuos verdes.

Esto fue sin contar con novicias jóvenes llenas de ardor, de trucos para no perder nada. Ellas cavan un agujero y echan las demasiadas manzanas dañadas que, transformadas en compost, enriquecerán la tierra.

El precioso regalo, una camelia, recibido durante la celebración de la entrada de las novicias, es puesto en tierra y es mantenido con gran cuidado y amor.

Nada se pierde, las hojas marchitas adornarán nuestra capilla.

En la cocina, la clasificación selectiva nos permite alimentar el compost. La melisa, el cilantro y la hierba de limón se benefician de estos aportes. Recogidos de acuerdo a los gustos de la cocinera, perfuman nuestras salsas y infusiones.

 

 

En solidaridad…

 

Así, en el noviciado, consumimos nuestras cosechas, embellecemos nuestra casa y nos solidarizamos con nuestros vecinos, que también invierten en su entorno. Esta es nuestra manera de poner en práctica el llamado del Papa Francisco:

 

«Cuidar de nuestra casa común»

 

Comunidad de noviciado, París, Francia