La orientación escogida por la provincia África, pone el acento en el “llegar a ser más y más Hijas de Jesús” y el “actuar a la manera de Jesús”.

Sor Pauline NKOY, nos comparte una experiencia de acompañamiento vivida con Elodie.

A la escucha de una vida

Elodie es una joven de Brobo y lleva un minusvalía. Es una feligresa que trata de vivir su fe participando en el Coro San Kizito de la parroquia San Pablo. Vive con sus padres y es la mayor de la familia.

Un día, me vino a ver para compartir su sufrimiento con estas palabras: “ya no deseo vivir porque me siento inútil y no puedo hacer nada y sin embargo me gustaría tanto hacer algo para ayudar a los míos”.

Frente a esta desesperación, traté de reconfortarla, de visitarla más a menudo; después de muchos encuentros y mucho compartir, me expresó su deseo de administrar un pequeño negocio si posible, contando con un préstamo de 50 000 CFA. Para ella, trabajar le devolvería el gusto a la vida.

Con mi hermanas atrevámonos a arriesgar para que nazca la vida

En comunidad, presento el caso de Elodie, después de un discernimiento, decidimos hacerle el préstamo con el compromiso de su papá, para que ella se sienta apoyada por sus padres.

Pues Elodie se instaló en el mercado y empezó su proyecto. Vendía productos cultivados. Yo la acompañaba en su proyecto, visitándola, comprándole los productos y llevando con ella un cuaderno de cuentas. Ella venía fielmente revisar las cuentas y daba a cada trimestre una suma para disminuir su deuda.

Hoy ha terminado de pagar y continúa su negocio. lleva su proyecto con mucha responsabilidad y orgullo. Volvió a encontrar gusto a la vida y es autónoma financia mente. Toda la familia comparte su alegría.

Su alegría es la mía y la de la comunidad. Creo que juntas hemos realizado “un gesto de proximidad, respetuoso y lleno de compasión” que ha permitido a Elodie de ser feliz.

Hna Pauline NKoy, h.j