Aquí va el testimonio de un jóven de Brobo durante las fiestas del cincuenta aniversario.
“Tenía solamente nueve años cuando empezé a visitar la comunidad de las Hijas de Jesús. Su manera de vivir y de hablar de Jesús a los hombres me ha seducido y por consecuente ellas llegaron a ser mi secunda familia.”
“Me formaron, educaron, enseñaron y me permitieron madurar en la vida activa y sobretodo en la fe.”
“Esas servidoras del Señor, supieron estar muy cercanas de la población, aunque un poco retiradas de la ciudad. Cada una de ellas tenía el corazón abierto al otro que llegaba a su casa y también se daban un tiempo para visitar a las familias. Mirando todo eso aprendí una lección : el don de sí mismo.”
“Para el colmo de todo, las Hijas de Jesús sembraron en mí el amor de la oración, participación a la celebración de la eucaristia y sobretodo encontrar al Señor a través de la adoración que teníamos en la capilla de ellas. Eso me permitió vivir una adolescencia digna y tener una buena juventud.”
“No podría enumerar toda la felicidad compartida con las hermanas. En una palabra diré que ellas son un regalo del cielo para mí. Se les debo ser el hombre que soy ahora.”
“Hermanas, que Dios les conceda una larga vida para que otros niños y jóvenes hagan la experiencia de felicidad que se sienta como amigos, hermanos y hermanas de las Hijas de Jesús.”
¡Feliz aniversario Hermanas.!
Arnaud
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