Experiencias de voluntariado en el organismo comunitario “Habitat Pour l’Humanité” (Vivienda por la Humanidad).
De vuelta de Haití en 2006, sentí una gran felicidad al interarme que el organismo “Habitat Pour la Humanité” existía en Moncton N.B. Canada. Comprometiéndome en el voluntariado con el equipo de construcción, podía servir en mi entorno. Era para mí una manera de responder a las actas del Capítulo 2004. “Hemos optado seguir a Jesús, quien tomó partido por los más débiles. Esta opción nos llama a vivir nuestro carisma hoy con acentos específicos “.
” Habitat pour la Humanidad” es un organismo creado para ayudar a familias de pocos recursos. El comité de dirección encuentra la familia, le presenta el proyecto de construcción y el procedimiento para realizarlo. Esas casas están construidas siempre a beneficio de clase media, sobre terreno regalado por la ciudad. También la mayoría del material de construcción de la casa es regalado por diferentes empresas comerciales del lugar. Los futuros propietarios deben entregar 500 horas de servicio gratuito durante la construcción , por ejemplo, la limpieza de la casa. Cuando están terminadas la construcción y la pintura, “Habitat” preve el aprovechamiento del paisaje y habilita una entrada decente. De acuerdo con la familia, la organización determina el pago mensual del arriendo, tomando en cuenta sus recursos anuales. En este caso, los propietarios tendrán ayuda y formación en cuanto a la gestión de sus finanzas. Después de cinco años, y sin consideración de la suma pagada, serán propietarios de la casa.
“Habitat pour la Humanidad” funciona con muy pocos empleados renumerados y muchos voluntariados . También administra una tienda y así se puede crear fondos necesarios para la construcción de las casas.
En 2010, con la venta de nuestra Casa provincial, las hermanas pasaron de Moncton a Reverview. Entre ellas, Irène Amirault y Marie Saulnier, todavía de buena salud y teniendo tiempo libre para dedicarse en algo se sintieron llamadas para servir a los pobres. Les presenté al comité de gestión y así, empezaron su voluntariado en la tienda de Habitat.
Al principio de Marzo 2015, Irène se dió cuenta que era tiempo de retirarse. Durante cinco años, había sido fiel para asegurar todos los martes una presencia en la sección de la contabilidad de la tienda. Reconociendo el excelente trabajo de ella, el comité de gestión organizó, el ocho de abril, un asado a la parilla para los voluntariados, con invitación especial para Irène. Marie y yo, la hemos acompañado,
sin decirle nada de lo que iba a pasar. Estabamos felices estar todas y todos juntos para participar a esta comida sabrosa, cuando de repente el gerente se levantó y llamó a Irène como para enseñarle algo. !Qué sorpresa! Era para presentarle un certificado de reconocimiento y un ramo de flores para subrayar su fidelidad y su excelente servicio. Irène se sintió un poco incómoda, pero con su habitual sencillez, aceptó las palabras amables del gerente . Todos y todas nos hemos alegrado de este gesto y aplaudimos calorosamente.
Marie y yo queremos proseguir ese servicio por lo menos algunos años más.
Margaret Ann Lorway, hj
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