Las Hijas de Jesús insertas en Daoukro (Costa de Marfil) administran un hogar de 16 jóvenes que estudian en escuelas secundarias. Nos comparten algo de su vida cotidiana.
Una vida exigente
La vida en un Hogar es una experiencia muy novedosa para varias de ellas. Surgen unos desafíos :
- separarse de los padres
- vivir con otras jóvenes que no conocen
- aprender a ordenar su ropa y a hacer su cama
- preparar las comidas y administrar la plata
- acatar las consignas dadas.
Todo eso, para algunas, es nuevo.
Apoyo y ánimo
Todas las jóvenes reconocen que se les acoge bien. Descubren que las escuchamos, les damos apoyo y consejos para mejorar las relaciones entre ellas, ej. sacarse la ira del corazón antes de ir a acostarse, no copiar en la escuela. Les ayudamos también para la compra de libros, los gastos del estudio, a veces los alimentos y, según nuestras posibilidades, para las tareas en la noche.
Gran alegría para una de ellas que aprendió a leer desde que está en el Hogar. Otra ya no quería ir a la escuela porque tenía malas notas. Apoyada por nosotras y por sus compañeras, encontró la fuerza de continuar.
Algunas, que vienen de las aldeas, acostumbradas a hablar en Baoulé (idioma del lugar) no se atrevían a hablar en francés. Reconocen que ahora ya no tienen miedo e incluso algunas más tímidas pueden hablar en público.
Vida parroquial
En la oportunidad de los 10 años de sacerdocio del P. Joseph, esas jóvenes bailaron para animar la fiesta en su honor. Recibieron muchas felicidades por parte de los feligreses. ¡Qué apoyo! Al P. Joseph le emocionó mucho su participación. Cuando se habla de ellas, se les designa como “las hijas de las Hermanas”.
Conocimiento de las Hermanas
Dos veces por semana, ellas vienen a orar con nosotras en la noche. De a poco, aprenden a orar y a cantar. Para preparar la fiesta de la Congregación que hemos celebrado el 24 de noviembre por la noche, Nadège les enseñó varios cantos, incluido el de la Congregación. En el trascurso de la celebración, se les dio unas explicaciones para que puedan entender. A continuación van algunas de sus reacciones.
“Me gustó :
- la actitud del fundador que formó a las personas para que lo ayuden.
- el carisma, la espiritualidad: nacida del fuego de la caridad.
- la ayuda llevada a los pobres, a los huérfanos.
- la semilla arrojada a la tierra que dio frutos.”
Después de la celebración, hubo una comida fraterna que tomamos juntas. Esta noche, vivida con todas ellas, fue una bella oportunidad para conocerse y apreciarse mejor :
- “Me siento a gusto con ustedes, como con mis padres.”
- “Es una gracia estar en el Hogar, es como si me encontraba en el paraíso.”
Para nosotras, es una de las maneras de vivir nuestro proyecto comunitario apostólico :
“Estar cercanas a toda persona,
creando unos espacios
de encuentro y de compartir.”
Hnas Marie-Thérèse Rétho et Nadège Tetee hj
0 comentarios