En Rimouski, Canadá, Hermana Ursule Beaulieu preparó para nosotras, Hijas de Jesús, una magnífica hora de oración, en relación con el Día de la Tierra que tuvo lugar el 22 de abril de 2024.
Un tiempo de oración lleno de reflexión y de compartir utilizando símbolos que nos hablan de la creación y nos recuerdan la importancia de nuestro compromiso de proteger nuestra “Casa común”.
Un canto sobre la belleza de nuestra tierra inicia nuestra oración y da sentido a nuestra reflexión.
Unos Símbolos
A la Lectura del capítulo 1 de Génesis, algunas Hermanas traen símbolos que ilustran la obra de Dios: un globo terrestre, agua, plantas, flores, animales marinos y terrestres; Nosotros mismos representamos a los humanos. Un momento de silencio nos invita a admirar este cuadro y a dar gracias a Dios por todas las riquezas creadas para nosotros.
Luego cada una es invitada a todos a depositar su propio símbolo y a expresar lo que representa para ella:
Por ejemplo, Micheline Cormier nos recuerda que una sencilla hoja de roble seca aporta el humus necesario a la tierra para hacer nacer la vida y fortalecer la que ya está presente en la naturaleza. Aquí nos referimos a nuestra Congregación, que la Madre María de San Carlos compara con un gran roble que se nutre de la Palabra de Dios y que extiende sus raíces también a otros países del mundo.
La creación de Dios
Después de esta reflexión, son las plantas, los frutos y las verduras que nos hacen descubrir la belleza y la bondad de Dios hacia nosotros y su creación.
Los colores de estos elementos y sus aspectos nutricionales que fortalecen nuestra vida y nos ayudan a crecer nos revelan la grandeza de Dios.
Los libros traídos nos recuerdan los conocimientos que los seres humanos han adquiridos al desarrollar los dones creativos que Dios les ha dado. Fijémonos en una sencilla pieza de madera de mar donde se ha tallado la figura de uno de nuestros antepasados en la fe. ¡Qué gran logro el de nuestra Hermana Rose-Emma Lavoie, recordada y querida!
Como Congregación, nos comprometemos a proteger nuestra tierra para el bien de la vida de todos los seres vivos del mundo. Lucienne relee para nosotras nuestro compromiso público de trabajar por una ecología integral.
Un tiempo de oración universal
Llega un tiempo de oración universal para reiterar a Dios nuestra admiración y nuestro agradecimiento por su amor hacia nosotros y su creación.
Un Padre Nuestro especial, compuesto por Úrsule, nos recuerda todo el respeto que debemos tener por su obra y también nuestro compromiso de protegerla :
“Padre nuestro, Dios nuestro, tú que creaste el cielo y la tierra y Tù nos pides que respetemos tu creación y la cuidemos mucho.
Queremos que tu nombre sea santificado por toda la humanidad,
Y que tu Reino venga ahora a nuestros corazones, a nuestros ambientes y a todas partes de la tierra.
Para que se enseñó a perdonar, perdónanos por todo lo que hemos hecho mal a los seres vivos, a la tierra, al agua, a la atmósfera, a la naturaleza…
Aleja de nosotros la tentación: la tentación del poder, del consumismo, del orgullo de saberlo todo.
Líbranos de todo mal; así para que podamos proclamar tu gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
Terminamos nuestra celebración viendo un bellísimo vídeo de Jeannine que ilustra el canto de Patrick Richard (Laudato Si, cf. al texto del Papa Francisco).
Hermana Jeannine D’Amours,
Rimouski, Canadá
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