Hermana Lina Cyr hj, de Rimouski, Canadá nos comparte una de sus reflexiones sobre lo que vivimos en este segundo tiempo de pandemia.
El jueves 1o de octubre 2020, en la casa viceprovincial de Rimouski, tocamos del dedo la segunda ola de la Covid-19, la cual tratamos de evitar, pero no es fácil. A peticion de nuestros responsables de salud debemos :
- llevar la máscara todo el tiempo.
- respetar el distanciamiento requirido.
- cumplir las reglas sanitarias y todas las consignas.
Constatación
Ese malo Señor Coronavirus se dice invisible y fuerte, pero se olvidó que el Señor Dios es invisible y poderoso! Ese mismo Dios Creador desea que seamos vigilantes, colaboradores de su creación, no propietarios. Entonces, como inquilinos ¿cuáles son nuestros deberes?
Ese malo virus nos pide nuevas fuerzas físicas y morales. Mi oración se hace suplicante para los que deben tomar rápidamente decisiones con prudencia. La hora, siempre se vive con la esperanza de Ilegar en una vida normal.
“Puesto que Él está con nosotros para este tiempo de violencia,
vuélvenos hacia Él nuestra paciencia.
Desde la cruz, Él nos hace señas.”
(O.T.P. 3e viernes)
Diálogo con nuestro visitante, el Sr. Coronavirus
Escondido sobre el planeta tierra, yo soy el maestro!
El anfitrión le responde:
Tenemos un sólo maestro, escondido malo mío.
Vuélvete a tus orígenes
O cambies de programa.
Nobleza y belleza es nuestro Dios,
¡Siempre nos acompañará!
Vivir de Él es nuestro lema,
Invención mala es la tuya.
Señor, quedaremos fieles a tu amor, porque
Un reino que no tendrá fin es el tuyo.
¡Santo y terrible es tu Nombre!
Caché sur la planète terre, j’en suis maître!
Inspirado por el Salmo 110
Señor te rogamos
Rogamos por aquellos, aquellas que encuentran difícil el confinamiento ordenado por las autoridades medicales;
Acuérdate, Señor de los que te han dejado durante tu Pasión.
Rogamos por aquellos, aquellas que, buscando manera de aliviar el sufrimiento, se sienten mal acogidos por las críticas de unos;
Acuérdate, Señor de tu Flagelación.
Rogamos por aquellos, aquellas que nos han dejado para una vida mejor;
Acuérdate, Señor de tu muerte en la Cruz.
Rogamos por aquellos, aquellas que esperan contra toda esperanza;
Acuérdate, Señor de tu Resurrección.
Rogamos por los jefes de Estados y los responsables de las autoridades civiles, para que trabajen a construir un mundo justo y fraternal;
Acuérdate, Señor de Pedro, Pablo y todos los que fueron a tu escuela.
Oración del Papa Francisco
Dios eterno y poderoso,
acoge a los que han muerto en la paz.
Refugio de los que sufren,
mira con compasión el desamparo de tus hijos
sufriendo a causa de esa pandemia.
Dé fuerza a los que les atienden,
alivia el dolor de los enfermos y en este tiempo de prueba,
conceda a todos, el consuelo de tu misericordia.
Por Cristo nuestro Señor. Amen
«El Señor sana los destrozados y sana las heridas.»
«Le Seigneur guérit les cœurs brisés et soigne leurs blessures.» (Salmo 146, 2-3)
Sr Lina Cyr hj Rimouski, Canadá
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