Las comunidades de las Hijas de Jesús, presentes en Costa de Marfil, comparten su rico intercambio del 19 de marzo, alrededor del tema de San José como “Patrono de la Iglesia Católica y Guardián de Jesús y María”.
Humilde y gran figura
Las Hermanas Hijas de Jesús siempre han tenido una devoción especial a San José desde el nacimiento de la Congregación. No es sorprendente que el 20 de diciembre del 1864, la Madre María de San Carlos, la Superiora General en ese momento, coloca a la Congregación bajo el patrocinio particular de San José por un tiempo ilimitado.
Es así que, el 19 de marzo del 2022, las comunidades de Costa de Marfil se encuentran en Daukro para marcar la fiesta de nuestro San Patrono San José. El día comenzó con una reflexión sobre San José a partir de la última catequesis del Papa Francisco en la figura de San José, “Patrono de la Iglesia Católica”, y sobre su misión de “Guardián de Jesús y María”. Esto fue seguido por la celebración eucarística y luego por una comida festiva.
Patrón de la iglesia universal
Cerca de una pequeña copia de la estatua de San José coronada en la Casa Madre, Kermaría, nos reunimos en la pequeña capilla de la comunidad de Daoukro para compartir nuestras reflexiones sobre la catequesis del Papa Francisco. Ésta última marca el 150e aniversario de la Declaración de San José como Patrono de la Iglesia Católica por el Beato Pio IX.
¿Qué significa para nosotras, San José “Patrono de la Iglesia”?
- “Tengo un gran respeto por San José porque tuvo un corazón dócil aceptando al como un padre que levanta a un bebito contra su mejilla; Me hace sentir bien contemplar este amor de José, que es un espejo del amor de Dios. Dios transforma a cada uno de nosotros en un hombre y una mujer capaz de amar de esta manera.”
- “Patrón de la Iglesia a través de la obediencia a Dios y la confianza en Dios en la responsabilidad. Vivir en confianza, la comunicación y el compartir en nuestras comunidades, nuestras familias y en la Iglesia donde debemos hacer la verdad aceptando nuestras faltas, nuestras heridas y nuestras imperfecciones. Debemos aceptar las sombras de nuestras vidas para percibir la luz, la justicia y la paz que podrían ayudarnos a crecer y enriquecer nuestra vida en la Iglesia.”
- “A través de la vida de San José, soy llamada a convertirme, yo también, en guardián de mis hermanos y hermanas diferentes de mí. Una tarea que me parece un poco difícil. Lo que exige que esté conectada con Dios porque es Él que da la gracia de cumplir todo cosa. Como José, también estoy llamada a amar a la Iglesia a pesar de sus deficiencias, sabiendo que todos somos pecadores, pero que llevamos en nosotros el gran deseo de servir y amar a Dios.”
- “Tengo mucha confianza en San. José. Como Él, tengo la responsabilidad de proteger a los más débiles y cuidar de los demás y de la vida humana.”
Un maestro espiritual
Después de estos momentos de compartir muy ricos, nos reunimos en torno a la mesa del Señor para “celebrar en la alegría la fiesta de San José, el Servidor fiel e sabio que el Señor ha establecido en su familia”.
El Padre Valérie, Vicario de la Parroquia San Pedro y San Pablo de Daukro, nos recuerda en su homilía que San José nos enseña a dejar a Dios hacer su nombre por nosotros para que la gloria regrese a Él. Al ponernos bajo su patrocinio, hemos aceptado, como el hijo de Dios, de dejarnos moldear por Dios. Al mismo tiempo, Él nos enseña el abandono a la Divina Providencia, el fruto de la fe en Dios recibido y comunicado, del cual damos testimonio en nuestra vocación y nuestra misión.
Terminamos nuestro compartir alrededor de una comida festiva compartida con los cuatro sacerdotes de nuestra parroquia.
Que San José siga vigilando sobre sus hijos. Con las palabras del Señor Noury:
“Tú, San José, hombre justo y servidor fiel,
has sido elegido para cuidar
a nuestro Salvador y alimentarlo,
pida por nosotros la gracia
de guardarlo en lo fondo de nuestro corazón.”
Las comunidades
Daukro y Brobo,
Costa de Marfil
Un saludo especial a la comunidad de Costa de Marfil