El domingo, 11 de abril de 2010, en la capilla de Kermaria de Trois-Rivières, se celebró la renovación de las promesas del los laicos asociados. Una celebración muy sencilla que reflejaba una gran apertura a los demás y una estrecha cercanía entre las personas presentes.
Por los compromisos vividos en familia, en el trabajo, en la Iglesia, en la sociedad, podíamos sentir la felicidad de algunos de ellos. Unos actúan como benévolos cerca del enfermo, otros se comprometen al servicio de la comunidad. Algunos dejan traspasar su experiencia de encuentro con Dios hablando de su experiencia espiritual, de su vida interior.
Una ceremonia que nos devuelve a lo esencial. Viviendo el carisma de las Hijas de Jesús.
Los asociados se hacen prójimo de todas las personas a su lado.
La carta de Christiane Lorcy, superiora general, nos invita a la co-responsabilidad en Iglesia, Hijas de Jesùs y asociado@s.
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