Viniendo de seis Provincias de la Congregación, e invitadas por el Consejo General, el encuentro a Paris ( rue d’Arras) fue un tiempo fuerte de toma de conciencia del Cuerpo Congregación.

Eramos una comunidad internacional que reflexionaba sobre un buen numero de puntos que hacen parte de nuestra misión local e internacional.

Nuestro tiempo juntas comenzó con un tiempo largo de oración compartida sobre nuestra misión, compartir simple y profundo de personas que se sentían bien las unas y las otras.

Esta atmósfera cordial de confianza y verdad se sentía en todas nuestras reflexiones y nuestros intercambios, que inducía algunas veces más a preguntas que a respuestas, pero que mostraban que en todas nuestras Provincias, hay una preocupación de escucha y de busqueda por encontrar caminos para hoy y para el mañana, caminos adaptados a nuestras situaciones particulares.

Los intercambios eran intensos y ricos, a veces largos, pero nunca sin una pisca de humor y siempre con el deseo de comprender mejor y responder a las necesidades actuales.

Partimos enriquecidas de estos días vividos juntas y damos gracias a cada una por la participación generosa. Un gracias particular al Consejo General por la preparación y la animación de este encuentro.