Por el noveno año seguido, la Ayuda a la Iglesia Desamparada organiza unas noches de oración, homenajes y testimonios dedicados a los que sufren persecución por sui fe (https://www.aed-france.org). En esta oportunidad, la comunidad de la rue d’Arras acogió a Hna Marie Catherine Kingbo, uno de los testigos de esa noche.
Para manifestar su solidaridad con la iglesia universal, algunas hermanas participaron de esa “noche de los testigos” para escuchar a los y las que “viven lo que dicen, a menudo al peligro de su vida… Eso toca los corazones.” Ese año, ese acontecimiento fue más que excepcional para la comunidad que conoce personalmente a Hna Marie Catherine. Escucharla en Notre-Dame de París y dialogar con ella a propósito de su misión en Niger fue a la vez un privilegio y una interpelación.
Ellos dan su vida para Cristo, vengan a orar por ellos
Se llenó la catedral de Notre Dame para La Noche de los Testigos del 2017 en Paris. Hna Yvette que asistió por primera vez nos dice: “Me impactó el recogimiento de la asamblea. La procesión de los cuadros representando a los cristianos que dieron la vida en el trascurso del año pasado me impresionó mucho, sobre todo cuando vi el rostro del P. Hamel, degollado durante su Misa aquí en Francia. La alternancia de los cantos con los tres testimonios de Siria, Corea del Norte y Niger captaron la atención de todos.”
Testigo del amor de Cristo en un contexto musulmán
Es el testimonio de Hna Marie-Catherine que nos habló más. La relación entre ella y nuestras hermanas empezó por un encuentro fortuito entre ella y Hna Ethel Greene aquí en París, hace 10 años. En la misma época, ya religiosa en Senegal, la hermana responde a una llamada del Señor para dar a conocer su rostro en un ambiente musulmán. Nace entonces una nueva vocación en esa mujer de 50 años. Elige el Niger como tierra de elección y la acoge Monseños Ouédraogo, obispo en Maradi, fundando una nueva congregación, “Las Siervas de Cristo”.
El Niger es un país con una población 98% musulmana que no escapó ni a las amenazas terroristas ni a la violencia. A pesar de las dificultades, las 20 hermanas y novicias se quedan fieles en su misión:
- la formación de las mujeres,
- la lucha contra los matrimonios precoces… Misión que despierta el respeto por parte de los imams y de los jefes de aldeas con quienes ellas dialogan.
“En el Niger, realmente es necesario tener fe a Cristo y creer a los valores humanos. En todo lo que ella hace, Hna Marie-Catherine da lo mejor de ella misma para que a su vez otros puedan florecer”, dice
Hna Marie-Renée.
Un brote en crecimiento
“Veo a hermanas jóvenes que, como las primeras fundadoras de nuestra Congregación, supieron responder las necesidades y los llamados de su época. Es como un germen del Reino que brota con dificultad en esa tierra de Africa pero está llena de promesas. Admiro su audacia y su coraje. ¡Me interpelan!”
La comunidad está feliz de esa apertura a un contexto completamente diferente del suyo y contenta también de haber podido hacer un gesto de solidaridad para ayudar a las Siervas de Cristo. Les tendremos presentes en nuestros corazones y estaremos todavía más empeñadas para responder a la invitación del Papa Francisco para:
“Orar por los cristianos perseguidos
a fin de que sienten el apoyo
de toda la Iglesia por medio de la oración y de la ayuda material.”
La comunidad del 9, rue d’Arras, París
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