¿Qué está pasando en Tavibois en este 7 de agosto de 2016? Más de dos cientos personas se encuentran frente al pequeño oratorio: una bella asamblea en esta capilla de verdura! Es la misa campestre anual: ocasión de celebrar los cincuenta años de presencia de las Hijas de Jesús en este lugar, y el paso de esta propiedad a la Corporación de desarrollo de Hérouxville (Québec, Canadá.)
Tres músicos de la parroquia animan la misa: «“Cincuenta años de amor a las Hijas de Jesús con Tavibois, no se puede olvidar. Les manifestamos toda nuestra ternura y agradecimiento.”
Sor Gisèle Lacerte, Vice-provincial de Trois-Rivières, (Québec Canadá) nos acoge : “ A la comunidad le gusta llamar Tavibois el Betania de nuestro tiempo. Tavibois es un oasis de paz, alegría, silencio y contemplación. Son todos estos gestos de humanidad, a la manera de Jesús, que hoy podemos dar gracias. Es con todos y todas las que vinieron aquí y que han dado sentido a nuestra vida y a nuestra misión que queremos celebrar la vida.”
El alcalde de Hérouxville entrega a Sor Jacqueline Houle, responsable de la comunidad de Tavibois, una placa conmemorativa que dice: “Sinceros agradecimientos a la comunidad de las Hijas de Jesús por estos cincuenta años de presencia, somos muy orgullosos de su participación a la felicidad de las personas que Uds han frecuentado Tavibois.”
Paul-Emile, párroco, nos dice en su homilía: “Durante los 50 años ellas ofrecieron el acceso a este rincón encantador de Tavibois, donde en la naturaleza, es posible reencontrar la harmonía y la paz escuchando el silencio, el canto de los pájaros o, cerca de las caídas de agua, la voz interior de Dios. Durante 50 años, pusieron a disposición de sus hermanas y de otros laicos, pequeños chalets , senderos propicios a encontrar la intimidad y la fraternidad. Durante 50 años, abrieron a todos los creyentes, independiente de su religión, una pequeña capilla, donde prima el arte, para facilitar el encuentro con el Maestro… Durante 50 años, 41 religiosas vistieron su tenida de servicio ofreciendo su acogida, su fe, su presencia, sus ayudas, su respeto, generosidad y todo con sonrisa.”
Al final de la Celebración, una antorcha prendida, representado el fuego de la caridad que Jesús vino a prender en la tierra, fue entregada al alcalde y algunos representantes de la Corporación. Gesto muy significativo del paso de la propiedad a los nuevos dueños. Paul-Émile bendice esta llama representando un pasado ya cumplido y un futuro con sus proyectos y desafíos. Sor Gisèle expresa: “ Señor alcalde, señora Jacob, que este fuego que nos ha animado a lo largo de estos años sea para ustedes también fuente de felicidad y dinamismo. Estén asegurados, de nuestro apoyo fraternal en la oración y la solidaridad.”
Tenemos la alegría y la sorpresa de acoger a Sor Micheline Cormier, nuestra nueva Superiora General. Como cayó una pequeña lluvia, ella recordó que se dice en África: “Algunas gotas de agua echó bendición a nuestro encuentro”.
Paul-Émile termima esta celebración con estas palabras: “Juntos, pedimos al Señor por la nuevos dueños que han manifestado el deseo de seguir la obra en su finalidad, revistiendo ellos también, su tenido de servicio para que ofrezcan a los visitantes una mesa de amor, de fraternidad, de interioridad, de solidaridad y paz para que todos puedan aprovecharlo en el momento oportuno.”
Viene ahora el tiempo de compartir el “cocabi” (lunch) en un ambiente de mucha alegría: música, cantos y bailes con la animación de M. Jacques Lefebvre. A la casa de las Hermanas, Sor Louise Provencher alegra la asamblea con su guitarra, y no falta de encanto las notas de Sor Angèle Lépine con su harmónica.
Larga vida a Tavibois!
Sor Agnès y la comunidad
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