Una experiencia vivida en un lugar de Haiti donde jóvenes encarcelados están en espera de juicio…

« Los pobres ocupan un lugar privilegíado en el corazón de Dios, quién se hizo pobre » (2 Co. 8,9ss).

Esta palabra del Papa Francisco (la alegría del evangélio no 197) nos ilumina en la misión de acogida de jóvenes detenidos con quienes nos encontramos cada sábado con un equipo de catequistas.

Desde siete años, participo con un equipo a la coordinación de diferentes grupos de jóvenes colaborando con el director del Centro y con otros agentes…

En el momento, el Centro cuenta con 128 jóvenes detenidos de entre 12 y 18 años, repartidos en 6 celdas.

Cada semana nos encontramos con los detenidos de 2 celdas para facilitar el compartir en toda confianza.

Este centro acoge jóvenes de todo Haiti. En un ambiente poco abierto se necesita un tiempo de adaptación para caca uno. A veces, por las distancias, las familias no pueden visitar a los suyos. Los jóvenes se sienten solos.

Todas las iglesias pueden venir encontrar a los jóvenes, lo que hacen fielmente.

Aún que la mayoría de los agentes son protestantes, nuestro equipo tiene la posibilidad de encontrar los jóvenes cada semana del año escolar.
La Iglesia católica se hace presente en el Centro.

Se celebra la misa dominical una vez al mes. Preparamos con el equipo las lecturas y la oración universal. En tiempo de cuaresma, los detenidos de la Carcel nacional animarón el Via Crucis.

En el tiempo pascual de este año, se bautizó un joven al terminar dos años de preparación par profundizar su fe. Al principio eran varios candidatos , pero después unos abandonarón la formación sea por desánimo o por ser liberados.

Lo importante para nosotros es crear un ambiente de confianza, de escucha que favorece la libertad de palabra. Un joven nos dijo : « Es el solo lugar donde puedo hablar libremente ».

Desde un año se creó una Comisción Episcopal nacional de la pastoral carcelaria, CENAPAP, encabezada por Mgr Quesnel Alfonse, un obispo auxiliar del arquidiócesis de Port-au-Prince.

Tenemos la suerte de encontrarnos todos los meses, pero el funcionamiento de la Comisión es lento.

Hna Madeleine Le Beau, h.j.