A mi llegada a Saulnierville (Nova Scotia, Canada), hace unos diez años , fuí invitada a participar en un comité de ciudadanos , bajo protección de la GRC, para estudiar si los adultos mayores de nuestra región podrían ser víctimas de cualquier abuso. Yo ví en eso una ocasión de dejarme tocar y responder a un llamado en relación con nuestro carisma: humanizar, dejarse humanizar.
Después de dos años de trabajo arduo, conocimos un primer contratiempo a nivel del gobierno local, que no creía en la realidad de situaciones de abuso en nuestra bella región. El año siguiente, presentamos de nuevo el proyecto que fue aceptado esta vez, pero a prueba. Una coordinadora fue designada para poner en marcha los objetivos siguientes:
• Permitir a los mayores de vivir en toda seguridad y bienestar en sus casas o en la comunidad lo más tiempo posible.
• Preocuparse en primer lugar de los mayores más vulnerables, los más solos, las personas desconocidas, olvidadas por otros organismos que les podrían ayudar.
• Informar los mayores de posibles fraudes, estafas, abusos de todo tipo. (fisico, mental, financiero), el uso de 911, de la “Fiole de Vie”, las medidas de seguridad que tomar en la casa como en el público.
• Abrir líneas de comunicación con la GRC y mostrar que son para proteger no para penalizar.
El desafío era grande y de mucha responsabilidad para la coordinadora guiada por el Consejo de Administración. Las visitas a casa, entre otras actividades, eran las más eficaces. Cada día, la coordinadora visita uno u otro mayor, sea por iniciativa propria, sea por petición de la GRC o del mayor mismo, de la família, de un vecino, de un agente medícal, del clero, del personal de una empresa financiera. Hay que señalar que la “Fiole de Vie” abrió muchas puertas. Poco a poco , entra confianza y el mayor habla, revela cosas secretas, motivos de grandes sufrimientos. Casos muy serios se han descubierto, personas ayudadas de muchas maneras. Todo este trabajo se realiza en una perfecta confidencialidad. La coordinadora responde solamente al Sergente de la GRC para la protección de todos y todas.
Otras actividades se organizaron para romper el aislamiento, pero siempre preservando la seguridad de los mayores.
La Asociación de Mayores en seguridad funciona desde varios años. Como tesorera de la Asociación, el trabajo no me ha faltado: Obtener la aprobación a nivel provincial y federal, buscar fondos …
Este año, con un nuevo Consejo he podido tomar descanso. Sin embargo, estoy contenta de mi participación en haber ayudado a humanizar varias situaciones de grandes sufrimientos, sembrando vida, dando voz a los sin voz, rompiendo muros de silenció, devolviendo justicia a victimas cercanas.
Por eso doy gracias al Señor de la Vida.
Gloria Boudreau, h.j., Vice-Provincia Moncton, Canada
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