“Honrar la santa humanidad del hijos de Dios”

El domingo 25 de noviembre 2017, fiesta de Cristo-Rey, esa frase de nuestra regla de Vida no 3 p.17 tomó sentido para nosotras Hijas de Jésus y Asociada(o)s de Rimouski. Nuestro capellán, el sacerdote Jacques Côté, nos invita a la reflexión .

 

25 de noviembre, fiesta de la Congregación, Domingo de Cristo Rey: Coincidencia…

 

¿Quién es ese Hijo de Dios? ¿Quién es ese Cristo-Rey de quién hablamos hoy ? ¿Dónde está? ¿Cómo verlo y reconocerlo? Él de quién tenemos la misión de ser testigos de su amor en nuestro mundo de hoy.

 

¿Ese Hijo de Dios, ese Cristo-Rey, quién es?

 

Es un rey igual al Buen Pastor. Es él quién se preocupa de sus ovejas heridas, extraviadas… Por eso el Evangelio nos presenta el Cristo-Rey tomando:

  • Como diadema, la corona de dolor del enfermo;
  • Como cetro, el bastón del extranjero, del imigrante;
  • Como abrigo, la túnica polvorienta de aquel que pide bebida y comida

 

¿Dónde está ese Hijo de Dios?

 

  • En todas partes dónde un hombre, una mujer o un niño necesita sentirse amado.
  • En todo ser humano quién es desfigurado por la enfermedad, la pobreza, la miseria, la violencia y la injusticia.
  • En esa hermana, ese compañero de trabajo, esa vecina de carácter difícil.

 

  • En el drogadicto, «José, el terror del barrio», el reicidente, el adolescente deprimido, intimido, o en el viejo gruñon, el enfermo de sida, la lesbiana, el travestido.

 

Cristo nos llama

En todas esas personas,

  • Es Cristo quién nos llama a más compromisos
  • Es Cristo herido quién nos invita al respeto de toda persona…

 

¡Un privilegio! Sí: una misión

Estamos todos y todas llamados a ejercer la caridad de Cristo por:

  • «…una mirada que no condena, que no juzga pero que vuelve a dar dignidad.»
  • «Una presencia calorosa al lado de un enfermo o de una persona sóla para que renazca un poco de esperanza en un corazón angustiado.»
  • «mostrar mucha atención y ternura a una persona quién nunca se comprendió y no se amó por lo que ella era…»

 

Conocerle y reconocerle, ¿No es eso?

«Cada vez que lo hicieron a uno de esos pequeños, es a mi que lo hecieron». «Y es sin duda para hacer éco a esa revelación que Madre María de San Carlos escribió en el año 1850: «ejercer la caridad de Jesús hacía todos los tristes, niños, ancianos, enfermos o inválidos, quienes les son confiados».

 

El sacerdote Jacques continúa

El Señor nos recuerda que no podemos sentirnos satisfechos de solo afirmar que creemos en Él, el Resucitado… más, hacer todo pero no dejar caer aquellos y aquellas con quienes él se identifica los más pobres…los despojados de nuestros ambientes…los sin voz…los más desfavorecidoss”. (R.V. no 17)

Es eso para nosotras Honrar la Santa Humanidad del Hijo de Dios.

Par Jeannine D’Amours fj, Rimouski, Canadá

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