Es una palabra sencilla, pero tiene mucho peso. Con gran emoción, la comunidad parroquial de Dalhousie, New Brunswick, Canadá, dice gracias a las Hijas de Jesús que se van después de 118 años de presencia.
Aquí viene lo que vivimos el domingo pasado el 29 de agosto, mientras que la Comunidad Parroquial de Dalhousie y de los alrededores se reunieron para agradecer a Jeannine LeClerc y Thérèse Vautour y a través de ellas, a todas las Hijas de Jesús por su presencia dedicada en su pueblo.
Misa de acción de gracias
Durante la celebración eucarística, el Párroco, el Padre David Ferguson dejó hablar su corazón para expresar toda su gratitud hacia las Hijas de Jesús que han dejado y dejan todavía el recuerdo de una presencia amorosa cercana a la gente. Por la atención a los enfermos, la educación de los jóvenes, la proximidad a los ancianos, la población agradece a las Hermanas y le da lástima verlas partir del pueblo.
Algunas ofrendas fueron presentadas a las dos últimas Hermanas que trabajaron a Dalhousie, con palabras cálidas de parte del párroco pero también de una dama, miembro del Consejo Municipal y eso con mucha emoción. Para todas las Hijas de Jesús presentes, se les ofreció una rosa, símbolo de la vida vivida por todas las que han trabajado en Dalhousie, Charlo, Dundee, El Ríver, Lorne y Nash Creek.
Sylvia Boudreau, quien se desempeñó en el área, aprovechó la oportunidad para agradecer a la gente el apoyo que siempre hemos beneficiado a lo largo de estos años.
Un nuevo comienzo
Jeannine y Thérèse dejan Dalhousie con el corazón un poco pesado, pero felices por los lazos que han tejidos con todas estas personas muy simpáticas. Han realizado por su presencia, el pasaje de nuestra Regla de Vida en el numeral 15:
“Allí donde somos enviadas,
Vivimos cerca de la gente,
con todo sencillez.
Colaborando, según nuestras posibilidades,
a la promoción de todos
y en el anuncio del Evangelio,
para que seamos capaces
de acoger juntos a Je
sucristo y vivir como iglesia “.
A Jeannine y Thérèse, deseamos un tiempo de descanso bien merecido y una sana entrada a la jubilación.
Testimonio
El Sr. Alexandre Méthot, que ha sido estudiante, luego maestro con las Hijas de Jesús, nos da este hermoso testimonio:
“Queridas Hijas de Jesús
Ciento diez y ocho años de presencia.
En la región de Dalhousie,
Es un evento que se debe subrayar.
Más de un siglo al servicio.
De los niños y de los enfermos,
Fue eso su vocación
que han vivido
Con amor y gran generosidad.
Han dado vida
A la palabra de Cristo:
” Lo que hacen a los más
Pequeños de los míos es a mí
que lo hacen “.
Muchas trabajadoras
De la primera hora ya han recibido
su recompensa, pero las que permanecen
deben sentirse un legítimo orgullo
por haber participado en esta obra
que merece la mayor admiración
y el reconocimiento
de varias generaciones.
Sean felicitadas por ella.
Por favor acepten mis sinceras felicitaciones
Y la seguridad de mi amistad
sincera y permanente. »
Alexandre Méthot
Jacqueline Desroches, F. J. Moncton, Canadá
Mi admiración queridas Hnas de Canada, en Dalhousie por atraverse a dar ese paso: Cerrar, partir, dejar. Han sabido tejer lazos de amistad entorno al compartir el carisma Hijas de Jesús. Gracias mil gracias y las apoyamos desde Cali con la oracion y el cariño en este momento de transición, lleno de trabajo interior y exterior.