Dado que he vivido diecisiete años en Francia, fui profundamente tocada por el incendio de la Catedral Notre Dame de Paris el pasado 15 de Abril.
Este acontecimiento ha movido muchos recuerdos antiguos y recientes en mi corazón y mi espíritu y quisiera compartir con todas ustedes, el más antiguo de todos estos recuerdos que remonta a mis años como interna y alumna en la escuela de Chéticamp, bajo la dirección de las Hijas de Jesús.
Canto : Notre Dame de Paris
Nuestra Hermana Lola Burke (Xavier María), animada tal vez por la Madre Superiora que era nada menos que la Madre Marie Ste-Zenaíde, nos había enseñado el canto « Notre-Dame de Paris », publicado en Canadá en los cuadernos de «La Bonne Chanson » (La Buena Canción). Este canto me dió un profundo sentimiento de respeto y orgullo por ese país, del cual ignoraba la mayor parte de su historia. Y lejos de mí estaba entonces el pensar que un día iba a vivir muy cerca de esta catedral que yo podría visitar a gusto, a veces para mirar y a veces para orar.
Aquí está este canto, con sus tres estrofas : Ojalá despierte en todas nosotras profundos sentimientos de admiración, paz y fraternidad…
Notre Dame de Paris
Sobre la inmensa plaza donde sueña la historia, (sueña la historia,)
En su vestido de piedra donde canta la gloria, (canta la gloria,)
Ella es noble como en otro tiempo,
Abriendo ampliamente su templo donde la muchedumbre se amontona,
Está ahí para bendecir la humanidad que pasa :
Los vagabundos o los reyes!
Bajo el gran sol de oro y por las noches claras,
Ella habla de amor, esperanza y bondad.
Y sus brazos de granito tendidos hacia las estrellas,
Parecen decir a los mortales : Paz y Fraternidad!
Sobre el inmenso Paris – Paris, cerebro del mundo, (Paris, cerebro del mundo),
Para los viejos que se van y para los pequeñitos, (y para los pequeñitos,)
Su dulce mirada es maternal,
Sabiendo que todo es vano, que todo es efímero,
Ella escucha pasar todos los ruidos de la tierra
Y sueña su sueño eterno!
Sobre el inmenso campanario de pie como sentinela, (de pie como sentinela,)
El viejo gallo de los Galos arriba abre su ala, (arriba abre su ala,)
Y vigila el horizonte negro,
Muestra el camino a su hermano que pasa,
El bello pájaro francés del que ama la audacia,
Todo nuestro orgullo, toda nuestra esperanza!
Rita Poirier, hj, Vice-Provincia de Moncton, Canadá
Hola Hermana Rita
Si nosotras aquí en Colombia también nos sentimos conmovidas por lo sucedido en el templo de Nuestra Señora, pero el consuelo es que sus bases están intactas. Reconstruir con la gracia de Dios y la solidaridad de la gente, sera posible. Y seguirá siendo no un museo sino un sitio donde la gente puede conectarse con Dios, celebrar la fe y la vida.