En una doble presentación, dos Hijas de Jesús en misión en París hablan de sus compromisos complementarios. Cada uno explica cómo el encuentro del otro la ha hecho crecer en humanidad. Primero la palabra a Monique Créno …
El 14 de noviembre de 2021, “Día Mundial de los Pobres”, dos asociaciones del barrio, del quinto distrito de París, organizan “Puertas Abiertas”, invitando al público a llegar para descubrir sus acciones solidarias. Dos Hermanas de la comunidad, calle de Arras, y están comprometidas: Monique en el “Corazón del Cinco“ y Rhona en el “Equipaje Corazón del Cinco”. Para cada una es la oportunidad, no solo de participar activamente, sino también de reflexionar sobre el sentido que le da a su compromiso. Esta vez, Monique nos habla sobre lo que da y recibe como voluntaria.
Detrás de la puerta
Fundado en 1990, el “Corazón del cinco” es una estructura pequeña, abierta durante el día, que acoge, escucha y acompaña a personas adultas de todas las edades, en precariedad. Una Consejera Social asalariada y una joven en servicio cívico ayudan a las personas en sus procedimientos administrativos a menudo complejos. Un equipo de voluntarios intergeneracionales, del cual soy parte, asegura una presencia.
Para mí, esta elección de voluntariado, medio día a la semana, responde a un deseo y a una espera: deseo de múltiples encuentros para acogida y escucha, esperanza de enriquecimiento humano y espiritual. Tengo la convicción de :
“honrar a la Santa Humanidad del Hijo de Dios.”
(Regla de la Vida # 3).
Intento ofrecer una acogida incondicional y calurosa, una escucha benevolente de cualquier persona que se presenta, sin importar su color de piel, sus orígenes, su religión. Ella da su nombre si lo quiere.
La persona acogida busca un momento de descanso, o alrededor de un café, de un té o de un chocolate, para hablar y, por lo tanto, rompe su soledad. Él puede jugar un juego favorito de sociedad… ajedrez, naipes, scrabble … y pasa un agradable momento.
“¿De qué estaban hablando en el camino? »
Los acogidos están hablando de todo y de nada abordan libremente varios temas de actualidad:: política, salud, cultura. Estoy en admiración frente a sus conocimientos literarios, artísticos, científicos, geográficos¡ Me siento tan pobre en muchas de estas áreas! Escuchar sus experiencias de vida, pide disponibilidad, pide que me permita dejarme tocar, sorprender, perturbar, reconocer que no comprendo :
- “Tengo hambre…. El restaurante social me rechazó por llegar tarde por un problema de transporte.”
- Dormir en la calle… se le muerden las ratas
- Tener miedo… tener frío… se le roban sus pertenencias.
Todo esto no está sin interrogar mi propia vida cómoda, nuestra vida en común, dónde no tenemos que preocuparnos al día siguiente?
Hay, muy felizmente, a menudo “buenas noticias” que circulan: “Tuve un permiso de residencia para 4 años.”…”Tuve un hogar.”
Estoy testigo maravillada de asistencia mutua entre acogidos, intercambian direcciones: donde se puede alimentar, vestir, ducharse, dormir.
El sentido de la escucha
Estas palabras de Maurice Bellet resuenan en mí :
“Escuchar, es hacerse el anfitrión del que viene. El anfitrión no tiene la preocupación de enseñarle, de guiarlo, de hacer que confiese la verdad. El habla o está en silencio de acuerdo con lo que aparece al otro. La hospitalidad es discreta. Se limita a dar al viajero qué subsista en la parada necesaria. La escucha es la hospitalidad interior.”
Bella es la ruta, donde en vez de cruzarnos, nos encontramos. Doy lo mejor de mí misma y sobre todo recibo del otro, algo que falta: una sonrisa, un agradecimiento, un saludo, la escucha, la gratuidad, la capacidad de maravillarse, la solidaridad, el respeto del otro… ” Tú eres cristiana, soy musulmán, tenemos el mismo Dios. »
Hna Monique Créno hj
Paris, France
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