El Señor Jean Paul Tiotsap, Asociado de las Hijas de Jesús del Sur de Camerún, nos da la quintaesencia de los dos días de enseñanza con la Hermana Henriette Danet hj en la apertura del año 2023.
A principios de este año, los Asociados(as) de Camerún han tenido la gracia de un refrescamiento espiritual en un contexto de oración, de enseñanza, de escucha, de compartir y de relajamiento, puntuado de cantos al Espíritu Santo, con la Hermana Henriette Danet, asistida por las Hermanas Elisabeth Monvoisin e Irène Kouassi.
Bautizados en Cristo
Por una proyección de imágenes sorprendentes de la Tierra Santa, los Asociados son testigos espiritualmente del viaje de Jesús :
- Él que con toda humildad se redujo al rango de pecadores para recibir el bautismo de Juan el Baptista en las aguas del Jordán. “Aquí se abrieron los cielos y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y venir a Él. Éste es mi Hijo, mi Bien Amado.” (El Evangelio de San Mateo 3, 16-17)
- Todo en un ambiente de renovación de nuestro propio bautismo: bautizados en Cristo, hemos recibido el Espíritu Santo y todos somos hijos de Dios. Habiendo recibido el Espíritu Santo, este mismo Espíritu llevará a Jesús al desierto donde será tentado por el diablo.
El desierto, una vasta extensión de dunas, árida, sin agua, sin comida, es un fuerte símbolo de los momentos difíciles de nuestras vidas que el Señor permite para prepararnos, entrenarnos y armarnos para nuestra misión. Así es como podremos realizar grandes cosas como Jesús y tener suficiente fuerza para humanizar y hacer discípulos nosotros también.
El fuego de los orígenes
Para comprender mejor el carisma de las Hijas de Jesús, ¿qué podría ser lo más normal? Sino sumergirnos en la historia de las grandes aventuras de hombres y mujeres quienes, a lo largo del tiempo, se dejaron consumir por el fuego del humanismo del Hijo de Dios, y que nos han dejado como herencia este carisma que los Asociados comparten hoy con la comunidad de las Hijas de Jesús.
Como Asociado(a), es importante comprender a qué nos adherimos y guardar en memoria los fundamentos de esta anexión a la comunidad de las Hijas de Jesús. Estos fundamentos se resumen en este extracto de la Asamblea Internacional de los Asociados, en 2016.
“Nacido(as) del fuego de la caridad… realizado en Jesús”,
“Mirar todas las cosas desde los pobres”,
“Cuidar a los pobres, acudir en ayuda de cualquier angustia”.
Basado en varias realidades históricas, de ilustraciones en imágenes y de extractos del Evangelio, la Hermana Henriette ha permitido a los Asociados del Camerún presentes a este retiro de apropiarse de la misión humanizante de las Hijas de Jesús: amor de los pobres, cuidado del cuerpo, compasión. Una verdadera “renovación de la gracia de los orígenes“.
Honrar a la humanidad de Jesús
Comprender la humanidad de nuestro Señor Jesús a la manera de Santa Teresa del Niño Jesús seguirá siendo uno de los mensajes fuertes que la Hermana Henriette ha venido a transmitir a los Asociados(as). Más allá de toda consideración puramente espiritual de Jesús, Santa Teresa invita a cada uno a verlo muy cerca de nosotros como un amigo.
“Si te acostumbras a tenerlo cerca de ti, ya no podrás deshacerte de Él. Él nunca te abandonará”.
(El Camino, cap 26)
Hagamos que Jesús sea nuestro compañero cotidiano y encontraremos las soluciones a todas nuestras dificultades. La imagen de Jesús en el Pozo de la Samaritana viene en ilustración, al igual que una proyección de la película del Oficial del Rey cuyo hijo estaba enfermo. (El Evangelio de San Juan 4, 46)
Considerar que Jesús humano, o mejor en su humanidad, nos acerca más a Él que es el Hijo de Dios. Así consolados y convencidos de su presencia permanente a nuestros lados, caminamos con confianza frente a cualquier adversidad. Esta experiencia de Jesús con nosotros, Jesús cerca de nosotros, se traducirá en nuestra forma de leer la Palabra, no sea ya de manera abstracta, pero como participantes presentes en la escena que leemos. Leer y vivir el Evangelio con Jesús, en presencia de Jesús, nos impregna más de su Santa Humanidad.
Llamado(as) a la oración
Dos días con la Hermana Henriette fueron suficientes a los Asociados de Yaundé y del Norte de Camerún para comprender bien igualmente el misterio de la fracción del pan durante unos treinta años de vida de Jesús, Hijo de Dios.s días con la Hermana Henriette fueron suficientes a los Asociados de Yaundé y del Norte de Camerún para comprender bien igualmente el misterio de la fracción del pan durante unos treinta años de vida de Jesús, Hijo de Dios.
Jesús ha realizado muchos milagros y entre estos varios “asuntos de pan”. Él alimentó a varios millares de hombres con pan, y cada vez, sobraban. Es una historia de un pan que no termina, una vida entera de testimonio de un misterio de Hijos de Dios que muchos no comprenderán que después de su muerte en la cruz. “¿No entiendes todavía?” (El Evangelio de San Marc 8, 21)
La fracción de pan que se convierte en el cuerpo y la sangre de Jesús se convertirán en el fundamento de nuestra fe como cristiano e instituir la Eucaristía. Somos llamados a la oración, a la gran oración de las celebraciones eucarísticas en memoria de Jesús.
Esta experiencia ha sido una verdadera «quemadura al sol» para los Asociados del Camerún. Durante dos días, Hermana Henriette nos ha transmitido una llama del carisma de las Hijas de Jesús y nos ha invitados a dejarnos llevar nosotros también sobre los caminos de humanidad. También es dejarnos consumir por el “fuego de los orígenes“, para ponernos al servicio de los “pobres”, mientras hacemos discípulos a la manera de Jesús. Todo estuvo bien, con como conclusión una hermosa celebración eucarística celebrada por “un Asociado” como ningún otro: el Padre Prosper Ngassa.
Señor Jean Paul Tiotsap
Asociado a las Hijas de Jesús, Camerún
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