La vigilia del Domingo de Ramos, el 15 de marzo 2008, el grupo se asociados de Santiago “Ruca de Jesús” se reunió para una jornada de retiro, de oración, de reflexión y para acoger un nuevo miembro. Al final de la jornada, en una celebración simple, más rica de signo que de palabras, Guillermo Flores González pronunció su primer compromiso como asociado, prometiendo de “Honrar la Santa Humanidad del Hijo de Dios”.

A la celebración asistieron su hermano, su cuñada y algunas Hijas de Jesús. Con alegría dimos gracias al Señor por el caminar de Guillermo en estos últimos años.

Nuestra espiritualidad de Honrar Jesús encarnado en la historia ha sido siempre una fuerte motivación para los grupos a comprometerse en su lugar de vida, de trabajo y de Iglesia.

En Tucapel, primera fundación en Chile, hay un grupo. En Chillán otros dos grupos y uno nuevo de aspirantes se reúne, deseoso de sentir el apoyo en su vida cristiana, y de servicio.

Son innombrables los frutos que ellos producen: el don de ellos mismos, su generosidad en el amor y el servicio de los hermanos y hermanas, provocan nuestra admiración.

Como lo mencionan las actas del capítulo general 2004: “Los asociados/as pueden aportar un fermento particular a la vida cristiana, al mundo y a la Iglesia. Con ellos/as nuestro Carisma se enriquece y crece.

Que el Señor de la vida y de la historia bendiga a cada uno y a sus familias.