Las páginas sociales de los diarios hacen constantemente memoria de los aniversarios importantes. Tomamos el camino de este movimiento informático (o histórico) para reconocer estos numerosos años de servicio de las Hijas de Jesús, en acción de gracias por la fidelidad de Dios.
Cada año, las Hijas de Jesús de la Vice provincia de Trois Rivieres (Canadá) se reúnen para celebrar los años de vida religiosa tras el seguimiento de Jesús.
50, 60, 70, 75, 80… y aún 90 años de acción de gracias para la fidelidad de Dios, quien día tras día, ha guiado los pasos de estas mujeres, en sus respuestas a los numerosos desafíos encontrados, durante tantos años de compromisos con el proyecto de Amor del Padre.
Tantos recuerdos: estas mujeres nos relatan muchas experiencias. Ellas son memorias vivas de un ayer y del llamado siempre actual de Cristo: “Ven y sígueme”.
“Te agradezco Señor todos los días por la Vida que tú me das”.
““En plena actividad o retirada, enferma tal vez, cada una queda abierta a la Vida, comprometida en y para la misión, llevando las preocupaciones y alegrías del mundo, de sus esperanzas y de sus dudas, mezclando sus sufrimientos y propias alegrías a las que se viven en el mundo, a las en que Jesús sigue hoy su Pasión y su Resurrección” (S. Ethel Greene, f.j.)
¿La receta du su felicidad? Quedar activa, saborear la vida. Tener confianza en Dios… Amar a Dios y a la humanidad: he aquí una parte de sus secretos.
S. Béatrice Naud era una de las celebradas. Hecho excepcional, S Béatrice tiene 109 años de edad y 90 de vida religiosa. Jamás una Hija de Jesús alcanzó tantos años de vida consagrada. “Abrazar la vida con ternura y pasión”, es el testimonio que nos deja.
Además de las festejadas de la Vice provincia, tuvimos la alegría de acoger, para celebrar su Jubileo de oro: S. María Teresa Quéré, Superiora general, algunas misioneras de la misión Ad extra y una de nuestras compañeras de la Vice provincia de Rimouski.
S. Colette Gélinas f.j.
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