Una distancia que une

Que benefecio hacer caminata al aire libre durante el aislamiento.

 

Cuando salí de mi « aislamiento voluntario », después de asistir a los funerales de mi hermana, miro los distintos afiches y, con dicha, veo: “grupos de caminata” con cuatro horarios distintos. Es una cita apreciable porque mi caminata diaria me hizo mucha falta durante mis 14 días de aislamiento.

Es más, como tres horarios de comida han sido puestos, uno ve casi únicamente a las hermanas de su piso. Escogí la caminata de 14h que cuenta con una cuarentena de participantes: muy buena oportunidad para saludar a nuestras compañeras “invisibles” y también a amigos laicos porque ya, se han formado enlaces…

 

Horario de las caminatas

 

Una responsable de las actividades recreativas acompaña el grupo y da la orden de salida con la consigna de DISTANCIAMIENTO. Cada uno, cada una, camina a su ritmo y vuelve a la Residencia dentro de 30 minutes.

El ambiente nos embriaga de aire fresco porque prácticamente no hay construcciones ni circulación automóviles alrededor. Libre a cada una de escoger entre varias horas de “caminatas”: 10h. 14h. 16h. 19h.

Es una diversión muy apreciada: ejercicios, revitalización de los pulmones, encuentros fraternos y benéficos, aun en su fugacidad. A la vuelta, algunos horarios permiten admirar bellas puestas de sol. ¿Qué pedir más? ¡Con todo, qué este tiempo de aislamiento no sea eterno!

Juntos para el bien común, aguantamos.

 

Hna Lucie Larouche h.j. Trois Rivières, Canada

Sí, una distancia que une a las personas, pero lo que estamos experimentando actualmente nos pone cada vez más en contacto con nuestros vecinos, en un espíritu de solidaridad.

«Todos y todas en la ventana a las 20h00»

 

Esta palabra de orden había sido dada en las redes sociales. Todas las noches, a las 20h00, los Franceses como nuestros vecinos de otros países, están invitados a ponerse en la ventana para aplaudir los profesionales de la salud movilizados en la lucha contra el virus. Una por una, las Hermanas de la calle d’Arras han respondido, «¡Presente!» Aparentemente, la iniciativa deja indiferentes ciertos encargados de la salud, ellos tienen otras prioridades. Bueno, nosotras continuamos de hacerlo a pesar de todo, porque encontramos que necesitamos mantener esta relación social. Eso ha tomado importancia – antes de cerrar de un golpe ahora, nos inclinamos para ver si los vecinos están ahí. Nos saludamos con un gesto de la mano, «¡Buenas Noche! Pero, ¿dónde estaban anoche?» Se escuchan pitar los repartidores en sus scooteres. Unos haciendo jogging corren aplaudiendo. Y cuando termina todo, nos decimos, «¡Hasta mañana!»

Es lindo, y eso me da una lucita de esperanza. Aún cuando me hago la reflexión, «Hace tres años y medio que estás aquí, Rhona, en una callecita con inmuebles enfrente, y logras poner un rostro en los vecinos ahora, ¡por primera vez! ¿Qué significa eso?»

 

Hna Rhona hj, París, Francia

1 Comentario

  1. Que fuerte pregunta te suscita estos gestos de sencillez. Es verdad que en esta pandemia recobramos el valor de lo sagrado, la vida, el parar para saludar con atención. Y tantos aprendizajes… Gracias Rhona
    Gracias Lucy…

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