En el curso de un diálogo con la hermana Adeline, Roselyne nos cuenta el lento caminar de la congregación de las Hijas de Jesús hacia el Viêt-Nam
Hna. Adeline: ¡Tenga la bondad de presentarse!
Hna Roselyne: En el estado civil Viet mi nombre es: TRAN THI THU CUC. Y desde mi profesión religiosa me llamo ROSELINE. Mis hermanas me llaman simplemente ROSO. Por adopción tengo la nationalidad francesa.
Hna A: Usted es francesa, sin embargo so rostro parece revelar otro origen. Cuéntanos!
Hna R. “cada hombre es una historia sagrada”. Para contar mi historia, igual que cualquiera historia humana se necesitaría hasta libros para relatarla, pero se la voy a contar brevemente.
En el año 1954, con la familia de mi hermana nos tocó salir del Vietnam del Norte hacia el Sur en condiciones muy peligrosas para huir la persecusión llevada por los comunistas en contra de los cristianos y los terratenientes. Al cabo de dos años, en 1956, con mi hermana religiosa carmelita y todo el Carmelo de HUÉ salimos para Francia, en el departamento del LOT.
Hna A: ¿Entonces es en Francia que ha conocido a las Hijas de Jesús?
Hna R. A lo largo de los años he conocido a las Hijas de Jesús de Vaylats (46). Me llamó mucho la atención su manera sencilla de vivir el seguimiento a Cristo y en el año 1962 he solicitado entrar en la congregación.
Hna A: ¿Entonces, usted se quedó sola como hija de Jesús Vietnamesa durante muchos años?
Hna R. En lo más profundo de mi ser tenía fe que otras jóvenes me seguirían ¿Cuándo? ¿Cómo? Es el secreto de Dios… Cuando en 1997 volví a mi país, al cabo de 41 años de ausencia, encontré a unas doce jóvenes con gran deseo de seguir el mismo camino. Pero en este tiempo era todavía muy dificil salir del país. Por eso, unas entraron en las congregaciones presentes en Vietnam. Solamente Nien y Anh Nguyêt han seguido con su deseo de ser Hijas de Jesús. Nien hizo sus primeros votos en la congregación en 2012 y Anh Nguyet sigue el 2 año de noviciado en Camerún, Africa. Otras jóvenes se preparan en Francia y en Vietnam!
Hna A.
Hoy día, tres años después de la fusión con las Hijas de Jesús de Kermaria, el Consejo General acoge oficialmente a las jóvenes de Vietnam en la congregación. ¿Cómo vive usted esa gran novedad? ¿Qué sentimientos le animan?
Hna R. Claro, me siento muy feliz con esa decisión. Con eso la “niña Esperanza” convive en mi corazón con su hermana gemela “Confianza” llenas del Amor de Dios. Así viven las hermanas con corazón misionero. En el silencio del corazón canto” El amor del Señor siempre lo cantaré!”
Hna A.
¿Qué consejos daría a esas mujeres jóvenes deseosas de integrar la Congregación?
A mis hermanitas les diría que hay que orar mucho, pedir al Señor fuerza, paciencia, perseverancia, pues, no es nada fácil dejar a su familia, dejar su país…. para vivir en el país de adopción y aguantar un largo tiempo de formación! Pero tengan fe en el Dios Fiel. Es El quien está a su lado, día tras día, en la pena, en la alegría hasta en la nostalgia de la tierrita…Las hermanas mayores están también presentes, siempre listas como toda la comunidad para acogerlas, amarlas y acompañarlas en el seguimiento de Jesús en la Congregación.
Hna A. Gracias Roso, por ese lindo vistazo de la historia de las Hijas de Jesús hacia VIETNAM
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