La “Bagagerie du Coeur du Cinq” en el centro de París festeja el primer aniversario de su apertura a las personas que viven en la calle. Hna Rhona Burns, hija de Jesús, voluntaria en este nuevo proyecto, nos explica como la asociación se inscribe en la lucha contra la gran precariedad en París y se sitúa en el mismo sentido que las orientaciones de nuestra congregación.
“¡Feliz Aniversario!”
En la noche del 14 de noviembre del 2017, el pequeño local de “la Bagagerie” situado en el V° distrito de París estaba atochado por las personas acogidas, los voluntarios, las personalidades y los socios: fue una buena suerte de recordar su primer aniversario y la oportunidad de cantar el “¡Cumpleaños feliz!” agradeciendo de manera oficial a todos y todas los y las que nos apoyaron durante la puesta en marcha de ese proyecto.
Hubo primero algunos discursos, por parte del Presidente de la asociación y de los representantes de las alcaldías de los distritos y de la Ciudad de París, nuestras principales fuentes de recursos. Todos nos recordaron el objetivo de nuestra misión:
- Ofrecer un servicio de consigna para las maletas, con 54 casilleros para guardar enseres personales. En este espacio de acogida, abierto por la mañana y por la tarde, la escucha y las relaciones personales son prioritarias;
- Acompañar a las personas que viven en la calle para ayudarles a realizar más fácilmente los trámites en vistas a su inserción profesional y social en la ciudad;
- Ser un proyecto modesto y preciso, a un nivel local, que se inscribe en el marco del gran Pacto parisino de lucha contra la exclusión;
- Invitar tanto a las personas del barrio como a los responsables civiles y políticos a cambiar la mirada y la actitud frente a las personas que viven en la calle.
Algunos testimonios
Lo que más nos impactó fue el testimonio de alguien que fue acogido mientras vivía en la calle donde pasó dos años. En el principio, perdió todas sus referencias y sintió una tremenda soledad. No sabía adónde ir ni a quién dirigirse. De a poco, reencontró unos puntos de apoyo gracias a los que eran sus compañeros en la calle que lo orientaron hacia unas asociaciones desgraciadamente a menudo sobrepasadas. Después de un recorrido largo y difícil, finalmente reencontró un trabajo y un alojamiento antes de pasar a ser ahora un voluntario más en la “Bagagerie”.
“Tengo que decir que hubiera sido casi imposible si no hubiera tenido la suerte de encontrarme con el equipo de la “Bagagerie Coeur du Cinq”. Con ellos, uno se siente de nuevo humano. Incluso si son solamente 4 horas al día, eso es fundamental.”
Una persona acogida
Reflexión
“Tuve la suerte de encontrarme con el equipo de la “Bagagerie”. Para mí es un desafío ser voluntaria. A veces encuentro que es un poco arduo acoger y estar a la escucha a las siete y media de la mañana. Me siento como una muy pequeña partecita en un gran rompecabezas frente a la inmensidad del problema de la precariedad en París.”
Al mismo tiempo he descubierto que:
- detrás de la fachada de un barrio designado como “el distrito preferido de los parisinos en 2017” existe un mundo hecho de fastidio para sobrevivir día tras día;
- encontrase en la calle puede pasar a cualquier persona y por cualquier razón;
- los orígenes, los idiomas, las culturas y los distintos recorridos de la gente de la calle son una riqueza para saborearla y apreciarla.
“Dar gracias”
Este año, en la Provincia Francia-Bélgica de nuestra Congregación, nuestra Orientación es “dar gracias”. Entonces, como la persona acogida que dio su testimonio en la fiesta, quisiera dar gracias yo también por todos “los signos de la presencia de un Dios que actúa alrededor mío” y muy especialmente en la “Bagagerie du Coeur du Cinq”.
Rhona Burns Una voluntaria
0 comentarios