En el marco de la semana mundial de las misiones, del 13 al 20 de octubre de 2024, un joven matrimonio, Anaëll y Bastien, quisieron testimoniar, el domingo 20 de octubre en Kermaría, día de clausura de la Semana de las Misiones, su compromiso en Camerún, en el marco de la con la Delegación Católica de Cooperación (D.C.C.)
Origen de esta iniciativa
Si Anaëll y Bastien decidieron compartir su experiencia en Kermaría es porque tienen un vínculo especial con el lugar. En efecto, Anaëll es nieta de un residente de EHPAD de la Sagrada Familia, y Bastien es sobrino nieto de dos Hijas de Jesús, presentes en Kermaría.
Reunidas en la sala del Sagrado Corazón, muchas Hijas de Jesús de Kermaría y de sus alrededores, miembros de sus dos familias, entre ellas varios jóvenes, vinieron a vivir este hermoso compartir. Durante dos horas, Anaëll y Bastien cautivaron al público presentándonos:
– La Delegación Católica de Cooperación,
– Su misión,
– Lo que recordaron
La Delegación Católica de Cooperación
El D.C.C, organización de la Iglesia Católica, acompañan a los voluntarios para una misión de Voluntariado Solidaridad Internacional en Camerún, desde el principio hasta el final de su experiencia:
– Una sesión antes de la salida,
– Un seguimiento durante toda la estadía,
– Una sesión al regreso.
Se exigen requisitos de parte del D. C. C., de los cuales el principal es la motivación.
El Compartir de su misión
Anaëll y Bastien estaban motivados. Lo expresaron contundentemente y lo sentimos en sus intervenciones. Tras presentar el D.C.C., en un lenguaje muy accesible, mantuvieron la atención de todos con magníficas fotografías. Luego los seguimos a través de sus vidas en el barrio en el que vivían en una pequeña cabaña.
Cada uno presentó su experiencia vivida en Camerún durante estos 18 meses:
– Anaëll, enfermera, trabajó en la leprosería de Dibamba dirigida por religiosas;
– Bastien acompañó a estudiantes, futuros ingenieros, en su proyecto de fin de estudios en la Universidad Católica de África Occidental en Douala.
Lo que recuerdan
De regreso a Francia después de unos meses, la joven pareja se da cuenta de lo que les ha aportado esta gran experiencia. Capaces de realismo, no idealizan lo que han vivido. Sin embargo, expresan el beneficio que han obtenido de ello.
Al final de su intervención, Anaëll y Bastien invitaron a los participantes a reaccionar. Esto resulta:
Las reacciones
Todos, hemos apreciado el entusiasmo de estos dos jóvenes, su confianza en la vida. Las Hermanas de Kermaría han apreciado mucho esta feliz iniciativa. Varios estuvieron dispuestos a expresarlo:
“Un proyecto cuidadosamente pensado y preparado, basado sobre fuertes motivaciones comunes…”
“Los detalles dados sobre las motivaciones, para la preparación como para el trabajo o las reuniones han mostrado hasta qué punto se trató de una elección bien reflexionada”.
“Impresionada por su confianza, su perseverancia para vivir cosas más difíciles: adaptación al clima, en particular frente a los frecuentes ataques de malaria, las relaciones…”
Lo que también recuerdo: es la presencia de la familia. Se sentía que este proyecto de los jóvenes, su realización, estaba llevado, apoyado por la familia. Era hermoso. GRACIAS.
“Lo que me interesó: el “beneficio”, lo más humano que estos jóvenes obtienen de esta experiencia: la apertura a una otra cultura y lo que ella aporta. Cambio o ajuste de mirada »
“Dos jóvenes que lo tienen todo para ser felices, en lugar de vivir egoístamente de su felicidad, empiezan por dar de su tiempo y de sus habilidades a quienes esperan ayuda y apoyo para mejorar su situación”.
“Eso evoca un amor incondicional por seguir a Jesús en el servicio de los más pobres. Eso nos recuerda las primeras partidas de las Hermanas Misioneras a países desconocidos… se une lo histórico de la Congregación: “para Honrar la Santa Humanidad del Hijo de Dios”. .
“Gracias a Bastien y Anaëll por venir a compartir con nosotros lo que vivieron en África: la alegría de creer que Dios actúa en todas las épocas y en todas las generaciones”.
“Sus personas son ya un testimonio vivo, sus acciones, sostenidas por un salario exiguo, cerca de los que sufren, en particular con los leprosos, o con los futuros ingenieros, la esperanza de África, son un eco directo del evangelio. Gracias Anaëll y Bastien.”
“Feliz de saber que allí conocieron las Hijas de Jesús”
¡Muchas gracias a ustedes, Anaëll y Bastien, por permitirnos vivir esta rica tarde!
¡Buena ruta para ustedes!
Madeleine MEUNIER, fj.
Rennes, France
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