El sábado 14 de marzo, las Hermanas de la comunidad de Vaylats se reunieron en la capilla para vivir un tiempo de oración de acción de gracia por los 30 años de vida de las Hermanas de la Inmaculada Concepción con las Hijas de Jesús.

La celebración fue preparada por Christiane Lorcy que la introdujo con esas palabras que recuerdan la fundadora y el origen de la congregación de las Hermanas de la Inmaculada Concepción de París y las circunstancias de su acercamiento a las Hijas de Jesús.

Siguió el canto: “¡Son muchos los bienaventurados que nunca hicieron que se hablara de ellos, que no dejaron imagen, todos los que desde mucho tiempo amaron sin cesar y lo mejor posible a sus hermanos y a su Dios! Son eternamente beatos en su Reino.

 

Acción de gracias

 

La celebración siguió con una oración de acción de gracias inspirada de la oración eucarística para los niños: ”Dios nuestro Padre, nos congregaste y estamos delante de ti para festejarte, para aclamarte y decirte que nuestros corazones están maravillados.

Alabado seas por lo que es bello en el mundo y por la alegría que pones en nosotros.

Alabado seas por la luz del día y por tu palabra que nos ilumina.

Alabado seas por la tierra y los hombres que la habitan.

Alabado seas por la vida que viene de ti.

Alabado seas por todos los encuentros que abrieron nuestro corazón.

Alabado seas por todos y todas los y las que te dieron su vida.

Alabado seas por nuestras Hermanas:

• las que cuidaron de los enfermos;
• las que acompañaron a los moribundos;
• las que eligieron servir a los más pobres;
• las que se ocuparon de los niños abandonados;
• las que anunciaron el evangelio educando a los niños;
• las que te dieron a conocer por su enseñanza y su testimonio;
• las que vivieron tan humildemente que pasaron desapercibidas.

Alabado seas por lo que se vivió de generosidad, de renuncia, de olvido de sí, de respeto, de compartir fraterno a través de las fusiones de nuestras congregaciones.”

“Sí, eres muy bueno, nos quieres y haces maravillas para con nosotros. Entonces, juntas, te cantamos y oramos: haz de nosotras Hermanas animadas y habitadas por tu amor y el deseo que tu reino venga.

Te damos gracias por tanta ternura,

Das el agua viva por tu corazón traspasado,

Te bendecimos por tantas maravillas,

Das la vida, das el Espíritu;

 

Oración a Nuestra Señora de la Alegría

 

Ese tiempo de celebración finaliza con una oración a Nuestra Señora de la Alegría. Las Hermanas de la Inmaculada Concepción frecuentaban la peregrinación a Nuestra Señora de la Alegría, centro de peregrinaciones cercano al lugar de nacimiento de Madre San Anacleto. Todavía hoy se llega allí a venerar y agradecer a Nuestra Señora de la Alegría por las gracias recibidas: sanaciones, éxitos, nacimientos… usando la siguiente oración:

 

“O N.Sñra de la Alegría, a Usted le confío todas mis intenciones,

con el amor de un niño hacia su madre.

En su santuario, desde ocho siglos, grandes y humildes

de este mundo le rezan con esa apelación de la alegría.

Sierva de Dios, madre de la Iglesia,

Ud sigue exultando y cantando las maravillas del Señor.

Que los hombres reciban la verdadera alegría que viene de la fe,

de la esperanza y de la caridad.

Dé Ud a todos la verdadera paz,

fruto de una vida según el Evangelio.

Bendiga a los niños, a los débiles, a los enfermos y afligidos,

a los hogares, a los jóvenes, a los trabajadores.

Ayude a los que buscan poner en la tierra más alegría humana y cristiana.

Ya que, según la palabra de Jesús,

hay más alegría en dar que en recibir, que pasemos

a ser testigos activos del reino de Dios. Amen.”

 

Agnès Miquel, fj, Rennes, Francia