Qué decir de una experiencia tan rica vivida en Karna entre los años 2009 y 2014 ?
Como tela de fondo tenemos una vida comunitaria densa y variada, somos hermanas de nacionalidades diferentes, de edades complementarias, de carácteres diversos. A est hay que agregar la riqueza de la vida compartida con postulantes de varios países.
A las postulantes doy cursos de gestión, y las acompaño en el aprendizaje informático. Es enriquecedor vivir con estas mujeres jóvenes que quieren responder a la llamada del Señor y descubrir su camino vocacional.
Mi implicación en la escuela quiere ser una ayuda discreta a los docentes. Por mi profesión de docente estoy muy cómoda con los niños que necesitan mi apoyo sobre todo para leer y escribir el francés.
Estoy en un equipo que acompaña a los seropositivos. Es un largo aprendizaje de escucha, atención a cada persona, pués las necesidades son diferentes. Una presencia atenta vale más que palabras para salir del paso. Recibo de estas personas más de lo que doy.
En la aldea de Karna visitamos a personas amigas, enfermas o de edad. Acompañamos a familias que acaban de perder un ser querido. Son momentos de compartir, de solidaridad de amistad. Ayudamos a la reconstrucción de un pozo de los « Toupouris » y de la escuela. Tenemos tambièn una presencia pastoral y social en algunas aldeas vecinas, especialmente en Demsa donde sostenemos la gente para la construcción de un pozo.
Cada año nuestra asamblea de provincia en los tiempos de fiestas de fin y principio de año es un acontecimiento especial donde nos encontramos todas las Hijas de Jesús de Africa : del Tchad, de la RDC, de la Costa de Marfil y de Camerún, muchas veces con una o varais hermanas del Consejo General. Qué riqueza tan grande en el compartir, en la expresión de lo que vivimos cada una en nuestro ambiente !
Pienso que toda mi historia vivida en Karna es impregnada del carisma de las Hijas de Jesús. Vuelta a mi país de origen, continuo mi misión de otra manera, estando a la escucha de lo que se vive en Camerún y en los países vecinos, sobre todo donde viven las Hijas de Jesús.
Tengo un gran reconocimiento al Señor que me ha llamado a vivir una experiencia tan bella !
Ursule Beaulieu, HJ de la vice provincia de Rimouski en Canadá
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