El proyecto del Padre Noury

Un pastor bien formado

Pierre Noury nació el 15 de mayo del 1743 en Lauzach, pequeña parroquia del Morbihan, en Bretaña.

Recibió una buena formación en el colegio de los Jesuitas y en el Seminario Mayor en Vannes. En 1771 fue nombrado “recteur”,(párroco) de Bignan.

Hombre de estudio y de oración, lector de la Biblia, tenía la preocupación de que sus feligreses puedan vivir de una fe iluminada y a la vez cálida que les permita resistir a las pruebas de un porvenir que preveía como oscuro. Su pasión era predicar.

Un pastor, amigo de los pobres

“Anunciar la Buena Nueva”, también lo hacía dentro de un servicio constante a sus feligreses. Cercano a todos, más especialmente amigo de los pobres y de los enfermos, estaba atento a todas las necesidades. Monsieur Noury hubiera deseado tener “cien voces para instruir a su pueblo, cien cuerpos para hacerle el bien.”

Datos históricos:

En vísperas de la Revolución francesa de 1789, la población rural bretona se queda al margen de los efectos del desarrollo económico y social. A pesar de que unas ordenanzas reales obliguen a establecer una escuela en cada parroquia, el Parlamento de Bretaña no se preocupa mucho del asunto. Solamente el 6% los varones y el 1,5 % de las mujeres pueden firmar su acta de matrimonio y la masa de los campesinos queda abandonada a su suerte en cuanto a los cuidados de salud.
El P. Noury, posiblemente antes de la Revolución francesa, había redactado el proyecto de una “casa de piedad y de beneficencia” cuyo funcionamiento se confiaría a unas mujeres jóvenes que vivirían juntas. Las actividades de ellas, que deben ser “personas instruidas y capaces”, se orientarían hacia:

“el alivio de las personas sufrientes,
la instrucción de los niños y la educación de las niñas”.

Un reglamento de vida para las que realizarían ese proyecto y el plan de futuros edificios estaban adjuntos a ese texto, precisando que el objetivo considerado es “la gloria de Dios y la salvación de las almas.”

Un pastor en exilio: un autor espiritual

Datos históricos:

En 1790, la nueva Asamblea constituyente adopta la “Constitución civil del Clero”, sin el acuerdo del papa que la condena. Obliga a los Obispos y a los sacerdotes seculares a jurar sobre esa constitución, siendo así sometidos a la autoridad del Estado. Algunos sacerdotes aceptan y firman (los juradores) otros se niegan (los refractarios). El Clero está dividido y también el pueblo.
Vidrieras - Iglesia de Bignan
Negándose a jurar la Constitución civil del Clero, el P. Noury está obligado a la clandestinidad o al exilio. Elige el exilio. En 1792, deja la Bretaña para ir a España y después a Portugal.
Durante su lejano exilio, el pastor no cesa de alentar la fe de los fieles de Bignan, redactando para ellos unos poemas, unas cartas, unos cánticos y una traducción en el idioma bretón del Antiguo y del Nuevo Testamento. Algunas obras de ese “poeta con alma popular”, son entre las piezas maestras de la literatura céltica.

Un regreso difícil

Chouan jefe de Pierre Guillemot

Datos históricos :

la decepción de los campesinos que esperaban una mejora de sus condiciones de vida, la persecución en contra de los sacerdotes refractarios a la “Constitución civil del Clero”, el reclutamiento masivo para la guerra en contra de Austria provocó en Bretaña un movimiento de protesta y de rebelión popular, el de los Chuanos bretones”. El Concordato firmado en 1801 entre Bonaparte y el papa Pio VII, sostenido por varios párrocos, no calmó las rebeliones.
Corazón Embalsamado del Padre Noury
A su vuelta en Bretaña, en diciembre 1801, en una diócesis empobrecida y lacerada por las consecuencias de la Revolución, el Padre Noury se reencontró con sus feligreses por poco tiempo. Se enfrentará a los responsables de la “Chouannerie” que se oponen también al Concordato. En 1802, tendrá que dejar su parroquia de Bignan sintiendo de esta manera, “la muerte en el alma”, el párroco de la catedral de Vannes murió en 1804.
Los feligreses de Bignan, que tenían para él una profunda veneración, fueron a buscar su cuerpo a Vannes para llevarlo, en sus espaldas, hasta Bignan. Fue sepultado en el templo cuyos planes él mismo había elaborado. Su corazón, embalsamado y puesto en un relicario, estará en la capilla de lo que pasará a ser la primera comunidad de la Congregación.

Un pastor que transmite la llama.

Iglesia de Bignan
El Padre Noury no verá la realización de su proyecto. Como el grano de trigo que cae en la tierra, ese proyecto entrará en una lenta germinación. Dos mujeres terciarias, Anne Jéhanno e Yvonne Forget, y el futuro párroco de Bignan, Yves-Marie Coëffic, permitirán al grano de trigo dar fruto.
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