Las hermanas de la comunidad de Cali, una de las ciudades más antiguas de Colombia, nos cuentan cómo respondieron a la invitación de hacer una peregrinación del corazón durante la Semana Santa.

 

 

La comunidad de Cali ha vivido una Semana Santa animada por la invitación que hizo Monseñor Pablo Emiro de Barranquilla, a “peregrinar desde el corazón”. Vale decir que pudimos participar en esta gracias a los medios digitales de televisión.

 

Peregrinar desde el corazón tiene sentido a partir de la coyuntura global de cuarentena, pues era imposible acudir a los templos, pero nos hemos dado cita en el interior de nuestro espacio comunitario. Una hermana recordaba que hace unos domingos atrás el evangelista Juan nos decía que:

 

 

“Pero llega la hora, y ya estamos en ella, en que

los verdaderos adoradores

adorarán al Padre en espíritu y en verdad.”

Evangelio según San Juan 4,23

 

Ser signo

 

 

Queremos agradecer a los sacerdotes que animaron estos tiempos álgidos, desde la Palabra de Dios dieron ánimo y de manera creativa nos hicieron entrar en este triduo pascual. Cada día fue una oportunidad para prepararnos para la Pascua.

 

Animadas por el espíritu de esta semana decidimos poner un signo representativo del día santo. Con mucha sorpresa en medio de la soledad de las calles, hubo personas que al colocar el símbolo daban un saludo de participación y alegría. Eso nos estimuló a seguir exponiendo un signo; y más que eso, seguir siendo signo en medio de esta comunidad parroquial.

 

«Sólo los gestos de servicio y amor desinteresado,

liberan y sanan en estos tiempos de coronvirus y siempre.»

 

 

 

 

 

Las Hermanas de la comunidad de Cali, Colombia