«Por todas partes … somos testigos de numerosos portadores y portadoras de luz en medio de la oscuridad y tenemos en serio por alcanzarles donde allí vivimos» . Micheline Cormier, Superiora General en su carta del 20 de noviembre 2018 a continuación del Consejo de Congregación.
Esas palabras alentadoras parecen coincidir a un grupo de nuestras hermanas de Riverview Nouveau Brunswick, Canadá, acompañadas de algunas laicas, quienes participan en el grupo llamado Busy Hands (Manos ocupadas) animado por Marie Saulnier hj.
Ese grupo confecciona corbatas, mitones, artículos artesanales que son vendidos al público. Se reparten los ingresos están a organizaciones caritativas de la región.
Beneficiarios
Es así que el jueves 26 de noviembre, al acercamiento de Navidad, un representante de seis organizaciones de la región de Moncton, Nouveau Brunswick, Canadá, recibió un cheque de 1000$ CAN a modo de contribución a su obra de caridad.
Testimonios de participantes
Las hermanas están muy felices de esa suerte de vivir su misión hasta el final como lo testimonian algunas de ellas.
Marie Saulnier, 79 años
Siempre ansié obrar por los pobres y me gusta hacer artesanía. Ahora no tengo otra responsabilidad, puedo realizar mi sueño. Los objetos que realizamos son vendidos y el dinero está repartido entre seis organizaciones caritativas antes de Navidad, cuando las necesitades son más urgentes.
Amélia Deveau, 98 años
Siempre me ha gustado hacer punto, trabajar con lana. Al mismo tiempo, yo me desentumece los dedos, ayudando gente que tiene menos que nosotras.
Marie Thérèse Arsenault, 88 años
Me encanta hacer algo por los pobres. Participar en Busy Hands es también la ocasión de socializar. Formamos una gran familia.
Rose Mary Monbourquette, 87 años
Participar en Busy Hands es un pasatiempo. Al mismo tiempo ayudamos a los pobres en fidelidad con nuestro carisma que nos pide tener «una ternura más particular por los pobres» (Regla de Vida no 17). Estoy contenta de ayudar a los más necesitados y aliviar sus sufrimientos.
Annette Landry, 86 años
Es una buena obra porque damos a los pobres, mientras fraternizamos con nuestras hermanas de Canterbury Hall (Centro de cuidados especiales) y con laicos que participan en Busy Hands. Nos contamos historias de los buenos tiempos y compartimos costumbres de diferentes lugares.
Jeanne Aimée Audet, 87 años
No me gusta estar inocupada. Participar en Busy Hands es una ocasión para mí «honrar la Santa Humanidad del Hijo de Dios (Regla de Vida no 3) en sus pobres. Ruego por todos esos migrantes, todos esos desplazados en el mundo. Me siento solidaria con las personas necesitadas dando de comer a los residentes de Monarch Hall (Hogar de cuidados) que no pueden alimentarse solos.
Virginie Poirier, 87 años
Yo hago mitones sin pulgares para los niños, y les pongo un cordón para que los encuentren más facilmente. Me gusta ese trabajo porque yo sé que estoy ayudando a los pobres.
Viviane Fraser, 86 años
El proyecto Busy Hands me da la ocasión de crear lazos más estrechos con miembros de mi comunidad. Me permite también vivir cerca de laicos, conocer más quienes son las gentes necesitadas y participar un poco ayudándoles y sentirme en solidaridad con otros.
Helen (laica)
Es increíble que un tan pequeño grupo pueda ayudar a tantas personas.
Catherine Cormier fj, Moncton, Canadá
Que lindo testimonio de solidaridad para con los mas pobres! Manos ocupadas para Dios!
Gracias, me alegra saber de Jeanimme que estuvo mucho en Colombia solidarizándose también con los mas pobres.