El Carisma de las Hijas de Jesús
Un don de Dios a la Iglesia y para el mundo, una manera de vivir el Evangelio.
Un don del Espíritu a una comunidad de creyentes para la construcción del Reino de Dios.
Un llamado a acoger el Soplo creador, una novedad de vida y de compromiso:
HONRAR LA SANTA HUMANIDAD DEL HIJO DE DIOS,
comprometerse en un camino de humanidad y de humanización
a la manera de Jesús.
Honrar la Humanidad de Jesús,
ternura de Dios para la humanidad
En su Hijo Jesús, Dios se hizo uno de nosotros. Jesús nos muestra el rostro del Padre, rostro de ternura, compasión, misericordia y lleno de amor.
esucristo nos revela nuestra identidad de hijo e hija de Dios. En pos de Él, tratamos de revestirnos de su humildad, su sencillez, su caridad, su amor para con la humanidad.
Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que están en Cristo Jesús (Filipenses 2, 5)
Seguir a Jesús en caminos de humanización
Dejarse tocar por Él que se deja descubrir en los rostros desfigurados de personas y pueblos marginalizados.
Reconocer y respetar la belleza, la grandeza de toda persona, sobre todo de los más pequeños, los más desposeídos, los despreciados.
Mirar todo desde el pobre.
Nacer hoy del Fuego de la caridad
Contemplar a Jesús en su Misterio de Encarnación, en una caridad actuante, queda la fuente de nuestro impulso apostólico y de nuestra comunión fraterna desde los orígenes.
Jesucristo,
en su misterio de Encarnación,
da sentido a nuestra vida.
Regla de Vida 5
Atentas a las interpelaciones del medio en él que vivimos, como Jesús lo hizo a lo largo de su vida, estamos llamado As a acoger, escuchar a los que tienen necesidad de ello, los que buscan. Nuestro Carisma ilumina nuestra manera de vivir nuestra misión de bautizados en diferentes ambientes y diferentes actividades.
Dejarnos transformar por su Espíritu en la oración
Llevamos el deseo de dejarnos alcanzar por el Espíritu de Amor y hacernos disponibles al beneplácito de Dios.
Juntas, queremos celebrar las maravillas que Dios realiza, y llevar nuestra vida, los sufrimientos y las esperanzas del mundo. RV 32
El silencio, la oración, la adoración, la Eucaristía sostienen nuestro encuentro con Jesús, Hijo de Dios.
Nacida del fuego del Amor que Jesús ha venido a prender en la tierra… (Lc 12,49)
el fin que se propone la Congregación es Honrar la Santa Humanidad del Hijo de Dios,
esforzándose en imitar sus virtudes, particularmente su caridad.
‘Curar, instruir, estar con,
venir en socorro de toda situación de miseria,
en una gran sencillez de vida,
es querer juntos
seguir a Jesús en su humanidad,
vivir la ternura de Dios en Jesús,
acompañar al humano, a todo lo humano,
vivir en la acción de gracias
por el don supremo de sí
realizado en Jesús.’
Jesús, quien nos hace entrar en su intimidad y en el Amor del Padre, nos invita a amarnos los unos a los otros como Él mismo nos amó.
Jesús, humilde y servidor, ‘venido’ no para ser servido sino para servir y ‘dar su Vida’.
Jesús, quien se identifica con los pecadores, los abandonados, los que fueron desfigurados por la vida.
(Documento de Referencia de los AsociadoAs)
Dejarnos humanizar por Jesús y contribuir a humanizar la vida. Reconocer la acción de Dios en los demás y en el mundo.
Ayudar para que cada persona descubra su dignidad humana.
Creer que Dios diviniza lo que la persona humaniza a través de la vida de todos los días y en todos nuestros compromisos… Para que germine el Reino de Dios. (Mc 4, 26-32)
(Documento de Referencia de los AsociadoAs)