Dios nos acompaña en la noche que hoy atraviesa la vida religiosa y nos invita a creer que, bajo la acción del Espíritu, de esas tinieblas algo nuevo puede nacer.
Durante el fin de semana del 18 al 20 de mayo, en Halifax (Nueva Escocia, Canadá) seis Hijas de Jesús de la vice-provincia de Moncton participaron de un encuentro organizad por el grupo “Religiosas del Canadá Atlántico” (RAC) fundado en los años 1970.
Aquella instancia nació con los objetivos de permitir a las jóvenes de las distintas congregaciones conocerse, apoyarse mutuamente y vivir cada año un momento de formación juntas. Ya desde algún tiempo, se abrió a todas las religiosas del Canadá Atlántico que desean participar de ella.
Una confrontación con la realidad oscura de hoy
Este año, las 44 religiosas presentes pertenecían a 10 congregaciones diferentes, teniendo el privilegio de tener como guía de la jornada a Hna Nancy Schreck, osf, religiosa que vive en USA en un ambiente pobre y apartado del Misisipi. Biblista, ella sigue siendo inspiradora para la vida religiosa de hoy y de mañana, tanto en un escenario nacional como internacional. Su compartir, cuyo tema era “Bailar en las tinieblas” fue para nosotras:
- Un enfrentamiento con la realidad oscura de un momento en el que todo parece derrumbarse;
- Un estímulo para intentar discernir en ella los llamados que Dios nos lanza hoy;
- Un intento de vivir juntas en la convicción que Dios, siempre fiel a sus promesas, nos adelanta y acompaña;
- Una invitación a desarrollar lo que la vida religiosa tiene de más precioso para ofrecerlo al mundo de hoy: su misticismo y su profetismo;
- La certeza de que, a pesar de la incertidumbre de la hora, de nuestras fragilidades demográficas y del envejecimiento de sus miembros, la vida religiosa juega su papel en nuestro mundo de hoy. Dios sigue lanzándonos sus llamados y dándonos su consuelo.¿No nos dice: “De regalo les daré las tinieblas”?
Con la ayuda de unos textos bíblicos y con citas de varios autores, Hna Nancy nos señala cómo Dios está presente, sigue ofreciéndonos sus riquezas de vida en esos momentos de oscuridad y nos invita a leer los signos de los tiempos. Los más hermosos textos de la Escritura, los que nos gusta leer y releer, fueron escritos en unos periodos muy oscuros de la historia del Pueblo de Dios. Unas pruebas parecidas en la historia y talvez en nuestra propia historia fueron momentos de una gran creatividad en las que pudo surgir algo nuevo. Tal vez no lo veremos, pero debemos poner todo por obra para que eso pueda suceder. (Is 43,19)
Cree en la riqueza escondida en la oscuridad
En esos momentos nacieron también nuestras congregaciones para responder a unas necesidades urgentes del tiempo. ¿Tendremos nosotras a nuestro turno la audacia de arriesgar, de buscar, de ir a “las periferias donde Dios nos llama y nos espera hoy?”
A menudo, lo que se derrumba hace mucho ruido, pero, al revés, lo nuevo nace en el silencio y, no pocas veces, en el silencio de la noche. Guardemos la confianza de que la luz puede despuntar si quedamos atentas y si, como Ester, creemos que Dios quiere que estemos en esos tiempos que estamos viviendo. (Cf Est 14)
Gloria Boudreau y Denise Lirette, fj, Moncton, Canadá
Gracias, Gloria y Denise por el artículo. Muy real y al mismo tiempo esperanzadora la reflexión.
Que bueno poder tener ese tipo de escuentros con otras congregaciones que confían y esperan que algo Nuevo el Señor nos invita hacer nacer en la vida religiosa Hoy.
De acuerdo con esta interpelación: ¿Tendremos nosotras a nuestro turno la audacia de arriesgar, de buscar, de ir a “las periferias donde Dios nos llama y nos espera hoy?”